El sueldo por sorpresa de la alcaldesa de Santorcaz
La regidora del PP de un pueblo se pone salario tras las elecciones sin llevarlo en el programa porque “no era una promesa"
La noticia saltó de un whatsapp del pueblo a otro a toda velocidad. En un pleno “extraordinario de urgencia” el Ayuntamiento de Santorcaz iba a tratar las “retribuciones” a los ediles. Jamás antes estos habían cobrado en este municipio de 600 habitantes y un presupuesto de 500.000 euros. Y fueron muchos —incluidos votantes del PP, que gobierna desde hace tres mandatos— los que se indignaron.
La primera medida de la alcaldesa, María Luisa Tamayo —que en 2012 relevó al regidor de su grupo gracias a los votos de la oposición—, ha sido ponerse un sueldo de 17.000 euros anuales por cuatro horas al día. La Ley de Presupuestos del Estado no permite que los regidores de pueblos de menos de 1.000 habitantes tengan dedicación exclusiva, pero sí “excepcionalmente podrán desempeñar sus cargos con dedicación parcial”. Es el caso de Santorcaz, según los concejales socialistas Santiago Hermira y Carmen Botia, “no aparece mucho por el Ayuntamiento, aunque ella dice que sí”.
“Es un trabajo que lleva 24 horas y te cuesta dinero”, se defiende Tamayo. “Perdí mi trabajo en parte por el tiempo que llevaba solucionar la deuda y por las causas judiciales abiertas [hay una querella por desaparición de dinero anterior a su mandato]”. La alcaldesa asegura que se quitará el sueldo si las cuentas dejan de cuadrar —según la oposición están saneadas porque los tributos municipales han subido un 100% desde 2007— o hay necesidades vecinales por cubrir. A los ediles, que antes cobraban dietas por desplazamiento, se les abonará entre 300 y 600 euros mensuales según su dedicación. El PSOE y una edil popular han renunciado a cobrar.
Llegó el pleno de urgencia el 17 de junio —el 13, día de la investidura, el interventor firmó un informe que amparaba las retribuciones— y el supuesto debate se convirtió en un diálogo de sordos. La oposición trataba de ahondar en el asunto, pero el secretario dio por aprobadas las retribuciones por la mayoría absoluta del PP. El cierre del acto de la alcaldesa despreciando a una vecina —que había ido en su lista electoral— fue muy comentado en las redes, porque el audio no tardó en circular.
—Se levanta la sesión.
—Marisa [a la regidora], ahora querría hablar yo.
—Pues habla con la pared porque no hay ruegos y preguntas.
El 22 de junio la alcaldesa asumió en un bando toda la “responsabilidad de los malentendidos” por un “error de comunicación. En ningún momento durante la campaña se planteó la idea de que estas funciones fuesen remuneradas. Al hacer un estudio sobre las cuentas municipales (...) fue cuando se tomó dicha decisión, no pretendiendo engañar a nadie”. A la oposición le sorprende porque gobernaba ella. Tamayo precisa que puede tener sueldo porque tras las elecciones ha conseguido el dinero de una empresa para abrir el comedor escolar —terminado hace seis años— como pedía el PSOE.
Tamayo explica que no llevó en su programa electoral los salarios “porque no era una promesa”. Los socialistas se plantean celebrar una consulta popular, con censo y una urna, el 26 de julio. “Que la gente se exprese con libertad. Cuando hicimos una recogida de firmas porque subieron el precio de la piscina, la gente tenía miedo. Decían: ‘¿Pero esto lo va a ver Marisa [la alcaldesa]?”.
“Si lo permite la ley ¡qué vamos a decir!”, comentan siete hombres que juegan al mus en el centro de mayores. Todos se conocen y ante la prensa es difícil que alguien se exprese si hay gente que le está escuchando. Otro vecino, que prefiere no decir su nombre, opina que el pueblo “perdió el tren” cuando no se permitió un nuevo plan urbanístico. “No digo que se construyesen 3.000 chalets como en otros sitios, pero sí 200. Aquí había cuatro tiendas, pescadería, dos carnicerías… Y ahora nos queda una tienda y una carnicería. La biblioteca solo abre cuatro horas, no hay planes para la juventud…”.
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