Madrid removerá seis hectáreas de basuras para apagar el vertedero
El Consistorio se da un plazo de 48 horas para acabar con el humo
El Ayuntamiento de Madrid se ha dado un plazo de 48 horas para acabar con el incendio del vertedero ilegal situado en Villa de Vallecas. Las máquinas entraron ayer por la tarde y tienen previsto remover todo el recinto —más de seis hectáreas de terreno de unos doce metros de altura— para apagar los focos subterráneos y acabar con el humo que afecta desde hace 11 días a los vecinos de Rivas. Una vez que extingan todos los focos, se compactarán los residuos para evitar posibles rebrotes. La policía controlará la zona para evitar nuevos vertidos.
Los concejales de Seguridad y Medio Ambiente, José Javier Barbero e Inés Sabanés, se reunieron ayer por la mañana con el alcalde de Rivas, Pedro del Cura; los responsables de la Policía Municipal, Bomberos, SAMUR, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y la Unidad Militar de Emergencias (UME), junto con la asesoría jurídica del área de Medio Ambiente. La reunión fue eminentemente técnica y se centró en cómo atajar la combustión interna que afecta desde hace varios días al vertedero ilegal.
"Tenemos que bunkerizarnos para poder vivir"
Los vecinos de Rivas-Vaciamadrid, la población más cercana al estercolero, siguen sufriendo los problemas del incendio de las basuras de Vallecas. La noche del domingo lo pasaron especialmente mal cuando se reavivó el fuego y comenzó a salir gran cantidad de humo. Las altas temperaturas de la noche —el calor no bajó de los 30 grados— hicieron que muchos mantuvieran las ventanas abiertas, por lo que la humareda penetró en sus casas.
“De repente entró mucho humo y tuvimos que cerrar a toda velocidad las ventanas. Pusimos el aire acondicionado en marcha para que, por lo menos, se filtrara el aire de la habitación. Tuvimos que bunkerizarnos parar pasar la noche”, recordaba una vecina de Rivas. Otros, menos afortunados, soportaron el calor nocturno con todo cerrado para evitar el humo.
La primera medida consistió en intentar atajar el incendio mediante nuevos accesos que permitan entrar a la maquinaria necesaria para levantar los miles de toneladas de escombros que hay en la zona. Una vez que estén removidos, los bomberos apagarán los conatos para evitar nuevos rebrotes del fuego. El tercer trabajo se centrará en compactar el escombro ya esté inerte.
“Se han tomado medidas desde el primer momento por parte de los bomberos, como en otras ocasiones, pero las altísimas temperaturas y el incendio que se ha dado en la profundidad del vertedero ha supuesto que no se haya podido solventar”, reconocía ayer el concejal de Seguridad.
Las primeras máquinas entraron ayer por la tarde. Se trata de una zona de difícil acceso que a poco que se remueva vomita una gran cantidad de humo y algunas pequeñas llamaradas. Los escombros alcanzan en algunos lugares una altura semejante a la de un edificio de tres plantas.
El humo que no cesa desde 11 días
El incendio del vertedero ilegal comenzó el sábado, 27 de junio, supuestamente por el incendio de un coche que había sido robado y abandonado junto al estercolero. El fuego se inició en una zona próxima a la Cañada Real Galiana. Al lugar acudieron los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que extinguieron aparentemente el fuego.
Las llamas se reprodujeron al día siguiente y continuaron generando un gran humo que afectó a la población de Rivas. Se volvió a apagar en superficie, pero continuó vivo en el interior de la escombrera.
El Ayuntamiento de Rivas decidió el jueves 2, en Junta de Gobierno, llevar el caso a la Fiscalía de Medio Ambiente y de Urbanismo.
El pasado sábado se llevó a cabo una reunión entre concejales de Madrid y Rivas. Ayer se concretaron las soluciones urgentes que se iban a adoptar para intentar extinguirlo en las próximas 48 horas.
Las máquinas abrieron algunos caminos y los bomberos trabajaron en la zona más próxima a la entrada por la Cañada Real. El humo en algunos momentos era bastante denso y se veía desde kilómetros de distancia. “Lo importante es que se clausure la zona y no vuelva a haber más vertidos”, explicó Pedro del Cura, que visitó los trabajos junto con su concejal de Medio Ambiente.
Las labores de extinción no parecen fáciles ya que existen toneladas y toneladas de basuras acumuladas desde hace más de una decena de años. Los escombros se mezclan con todo tipo de basuras, algunas especialmente tóxicas como neumáticos y plásticos de todo tipo.
El concejal de Seguridad de Madrid mantuvo que no ha habido riesgo para los vecinos de Rivas-Vaciamadrid, ya que se han hecho mediciones por parte del SAMUR cada dos o tres horas en diversos puntos: las urbanizaciones ripenses, en el Ensanche de Vallecas y en la Cañada Real. Ninguna ha dado que el incendio genere sustancias tóxicas.
Según respondió el concejal, la Policía Municipal ya conocía desde hacía tiempo la situación de este vertedero ilegal y lo había denunciado. De hecho, el caso llegó el año pasado a la fiscalía y esta decidió no abrir un procedimiento contra el propietario, ya que no estaba acreditado que hubiera un delito ecológico. “Lo que está claro es que lo que se estaba vertiendo no era solo productos o deshechos procedentes de restos de edificación o escombros. Todo este incendio se produce porque debajo hay otro tipo de sustancias no controladas que están ardiendo”, señaló el edil de Seguridad.
Pero la situación no se frenará solo en los próximos días con la extinción del fuego. Los equipos jurídicos de la Concejalía de Medio Ambiente ya preparan acciones legales contra el propietario del terreno, Juan José Escribano. Todavía no saben si le denunciarán por un delito contra el medioambiente; es decir, si acuden al ámbito penal, o por el contrario inician un procedimiento civil. “Lo que no vamos a permitir es que la gente haga algo ilegal. Si quiere tener un pulso con la Administración, lo tendrá”, concluyó el edil.
La acción contra Escribano no será la única de esta zona, en la que hay más zonas de vertido ilegales. Los responsables municipales, en especial el área que dirige Inés Sabanés, tiene previsto atajar los problemas de las escombreras de la zona que carecen de permisos oficiales.
El dueño del vertedero, Juan José Escribano, se reconoció culpable de todo lo ocurrido y aseguró que los altos precios del estercolero municipal autorizado en Valdemingómez le han obligado a actuar de esa manera. En conversación con EL PAÍS, pidió perdón a todos los vecinos de Rivas que se hayan visto afectados y se ofreció a poner soluciones al incendio.
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