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La Generalitat abre delegaciones en Marruecos, Portugal y El Vaticano

El Gobierno catalán suma ya siete oficinas de representación en el exterior

Miquel Noguer

El Gobierno catalán ha aprobado en su reunión de hoy la apertura de tres nuevas delegaciones de la Generalitat en el extranjero, concretamente en Portugal, Marruecos y en El Vaticano. Con estas delegaciones la generalitat contará con un total de diez oficinas de representación en el exterior. El objetivo, según el acuerdo del Gobierno catalán es “responder al compromiso de consolidar la acción exterior de Cataluña e impulsar las participación en organismos internacionales”.

La delegación de la Generalitat en El Vaticano tendrá como finalidad añadida “facilitar las relaciones bilaterales con el Vaticano” en el ámbito de las competencias de la Generalitat, mantener la “representación y la relación permanente con sus instituciones y captar información en relación con las iniciativas de la Santa Sede que resulten de interés de la Generalitat”. La apertura de esta delegación llega en un momento en que está pendiente la sustitución del arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach.

Las sedes de Lisboa y Rabat serán la base de la Generalitat para establecer contactos y fomentar los intercambios comerciales en países lusófonos y del Magreb, respectivamente.

Las delegaciones que ahora se abrirán ya existieron en los últimos años de los gobiernos de Jordi Pujol, pero fueron cerradas por el tripartito de la izquierda cuando gobernó.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer hoy que el Gobierno italiano “no reconoce” como tal la delegación abierta por la Generalitat en Roma y agregó que “no hay actividad en esta supuesta sede”, además de recordar que el Ejecutivo central ha recurrido su apertura por considerar que no cumple los requisitos exigidos por la Ley de Acción y del Servicio Exterior, en concreto, haber solicitado un informe previo a los ministerios de Exteriores y Hacienda. Margallo, que hizo estas declaraciones en Haití, mantiene una pugna legal para frenar los intentos del Gobierno de Artur Mas para dotarse de una red exterior que sirva de embrión al despliegue diplomático de un futuro Estado catalán; lo que le ha llevado a recurrir la ley catalana de Acción Exterior y la apertura de las denominadas “embajadas” de la Generalitat, informa Miguel González.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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