Interpol alerta que los combatientes extranjeros son la principal amenaza
La organización policial afirma que muchos de los 25.000 desplazados a zonas de conflicto pueden regresar a Europa a atentar
El portavoz de las jornadas de Interpol —celebradas esta semana en Barcelona–, y miembro directivo de la unidad antiterrorista de la organización policial, ha alertado de que el principal problema al que se enfrentan ahora los Estados es el de los combatientes extranjeros dispuestos a dejarlo todo para alistarse en el Estado Islámico. El alto cargo policial, que se mantiene en el anonimato debido a las informaciones con las que trabaja, asegura que actualmente hay 25.000 combatientes extranjeros luchando en las zonas de conflicto. Muchos de ellos regresarán a sus lugares de origen dispuestos a atentar.
El Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró el miércoles que en España se han detectado 116 terroristas yihadistas desplazados a zonas de conflictos, De estos, 18 han fallecido en el frente y una “decena han regresado a España totalmente radicalizados”. Precisamente estos retornados son otro de los problemas con los que trabaja Interpol. Actualmente la organización policial cuenta con un fichero en el que hay registrados 4.000 combatientes extranjeros, “hace dos años solo había 200”.
El agente antiterrorista, responsable de las jornadas de Interpol que concluyen hoy en Barcelona, asegura que los lugares en España con especial incidencia de células durmientes son Cataluña, Ceuta y Melilla. “Es un terrorismo que actúa de forma muy diferente a la que nos tenían acostumbrados. Mucha de la información que conocemos ahora es gracias a que después de que el terrorista llegue a la zona de conflicto, coloca su fotografía y se publicita en las redes sociales”, remarca. Antes, los terroristas preservaban al máximo su imagen, es un fenómeno en transformación y “sólo es posible combatirlo con investigaciones y especializaciones policiales en internet y redes sociales”.
Alerta Interpol
La organización policial ha perfeccionado sus alertas para compartir información con las policías de los 190 países miembros.
Alerta Roja: Detención internacional. "En algunos países es suficiente para ejercer el arresto en otros no, cuando la emitimos señalamos al individuo en concreto y pedimos su detención por la comisión de un acto terrorista", destaca.
Alerta Azul: Es un aviso con el que se comunica que un individuo ha sido detectado cuando traspasaba una frontera.
Alerta Verde: Individuo sobre el que no recae ninguna orden pero que tiene antecedentes por actos terroristas.
Alerta Amarilla: "No podemos ordenar la detención de un menor pero si podemos alertar de sus desaparición. Ahora son las mismas familias las que comunican que se han enterado en las redes sociales que sus hijos, de 15 ó 16 años, se han ido a la zona de conflicto", asegura.
Alerta Negra: "Esta alerta está indicada para identificar suicidas que han cometido atentados", explica el agente de Interpol. Cuando hay un atentado suicida y se puede extraer las huellas dactilares del terrorista fallecido los países intentan averiguar la identidad del individuo. Cuando se tiene la sospecha que el suicida es extranjero, se emite a Interpol la información de las huellas para comprobar si el terrorista está fichado en algún estado.
“El terrorismo de Estado Islámico se transforma continuamente, está totalmente globalizado y utilizan una maquinaria propagandística muy profesional, por eso debemos intercambiar toda la información para interceptar reclutamiento, movilidad, rutas, tácticas, técnicas de los combatientes extranjeros…”, remarca este directivo.
Interpol solo trabaja con cuerpos de seguridad del Estado, con los que intercambia información. Por ese motivo, el portavoz de Interpol no valora el enfrentamiento de la crisis del chivatazo entre la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra. Hay 190 países miembros y desde la organización no se cuestiona si un “país es de izquierdas, derechas, democrático o dictatorial”. El funcionamiento de la unidad antiterrorista es simple: “Cuando un estado solicita a la unidad antiterrorista una información o alerta pedimos una serie de requisitos, si vemos que esas peticiones tienen connotaciones políticas, militares, religiosas o étnicas no se emite”, destaca.
El directivo de la Interpol también apunta que tras los atentados yihadistas, el mundo ha cambiado quizás para siempre. “Hemos comenzado a ver en las estaciones de tren y aeropuertos a militares custodiándolas, cada país tendrá que tomar sus medidas”, lamenta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.