“¡Viva la alcaldesa!”

En la edición pasada de la Feria del Libro, Manuela Carmena firmó ejemplares de la primera edición de su libro Por qué las cosas pueden ser diferentes. Reflexiones de una jueza (Editorial Clave Intelectual, 19 euros). En aquellas fecha su presencia en este escaparate cultural pasó bastante desapercibida. Esa imagen contrasta con la que se vivió ayer por la mañana en el parque del Retiro. La posible alcaldesa de Madrid tuvo que prolongar cerca de una hora la rúbrica de ejemplares ante la multitud de personas que querían verla, hacerse fotos con ella y, sobre todo, darle mucho apoyo. “Carmena, nos has devuelto la ilusión” era la frase más escuchada en la caseta 197.

Antes de que llegara la exjueza, ya había gente haciendo cola. Algunos llegaron antes de las once y soportaron el sol y el calor. Los más previsores compraron un ejemplar de su libro, que se agotó. “Hemos traído 150 copias, los que nos quedaban. Mañana recibimos los 2.000 de la cuarta edición y a este paso haremos una quinta”, relata la responsable de la editorial, Lourdes Lucía.

La candidata de Ahora Madrid llegó a las doce en punto. Y con un rápido saludo a los presentes se pasó directamente a la esquina de la caseta y comenzó a firmar. No se trataba de un simple párrafo manuscrito al principio del libro. No. La escritora preguntaba a sus lectores para poder hacer una dedicatoria más personal. Al poco de empezar, la prensa la reclamaba y tuvo que hacer un breve paréntesis. “Fue un libro que yo tenía muchas ganas de escribir. Me lo propuso Clave Intelectual y yo creo que a partir de ahí empezó un poco todo”, confesaba Carmena. “Es un libro a favor del cambio personal y cómo el cambio personal genera el cambio social y en el que hago también reflexiones sobre la manera en que hay que hacer política”, resumía. “El año pasado estaba con la editora. Ella me dijo que quién podría encabezar una candidatura de progreso. Me dijo que yo y yo le respondí que no, que qué va”, contestaba entre sonrisas tras haber conseguido 20 concejales en las elecciones del 24 de mayo. “Les tengo que dejar, porque la gente me está esperando”, se excusó con gran amabilidad.

Carmena se colocó de pie junto al expositor y no paró de atender a la gente. Algunos no tenían ejemplares pero aprovecharon para hacerse fotos con ella y para pedirla que cambiara Madrid. “Por favor, este es para Pedro, un amigo con barba que cree más en ti que en su madre”, le dijo una mujer. Carmena sonrió y le hizo un dibujo de la cara de un hombre barbudo. “¿Es así tu amigo?”, le preguntó. “Lo has sacado muy bien”, le respondió la mujer. En muchas dedicatorias había dibujos de soles o flores. “Es la flor de la ilusión”, explicaba la candidata.

De repente, se oyó un “¡Viva la alcaldesa!” y decenas de personas respondieron con un nuevo “viva” y un corto aplauso. Algunos lectores aprovecharon para contarles sus problemas. “Manuela, no te venga abajo ahora”, “muchas felicidades”, “no cedas nada”, “que no pueda contigo Esperanza Aguirre” y “mucho ánimo, guapa” fueron algunos elogios que recibió. Todas recibían la inconfundible sonrisa de la exjueza. No faltó el público joven, con chavales de 12 y 14 años incluso.

Ni el calor ni el constipado hicieron mella en Carmena. Tan solo se sentó unos minutos pero enseguida se puso en pie. Continuó hasta que cerca de las tres de la tarde.