Trias y Colau se encaran en la pugna final por atraer el voto

Conocedores de que quien gane las elecciones en Barcelona lo hará por un resultado ajustado, los dos favoritos, el alcalde y candidato a la reelección por CiU, Xavier Trias, y la candidata de BComú, Ada Colau, elevaron ayer el tono en el último debate de la campaña, emitido por TV-3. Trias y Colau consiguieron interpelarse y dejaron en segundo plano a un Alberto Fernández Díaz (PP) provocador y a Jaume Collboni (PSC), incisivo pero que no logró el cuerpo a cuerpo que perseguía con el alcaldable convergente. Alfred Bosch (ERC) se mostró conciliador en un diálogo en el que no se habló de futuros pactos.

En la discusión del modelo de ciudad, Ada Colau reprochó a Trias que haya puesto “alfombras rojas a los grandes mercados y a los intereses privados” y denunció las privatizaciones y las inversiones en “las zonas que menos las necesitan como paseo de Gràcia y Diagonal”. A la defensiva, Trias le respondió que “para que haya justicia social primero tiene que haber actividad económica”. Ambos se enzarzaron en algo tan básico como quién es el responsable del actual modelo de ciudad: la gestión de CiU, según Colau. 32 años de gobiernos de PSC e ICV, según Trias.

Cada uno de los candidatos marcó terreno en el cómo

Fue un debate ágil, tenso en algún momento en el que Colau evitó los constantes envites de Fernández Díaz, y se centró sobre todo en replicar a Trias, a quien reprochó los recortes de CiU. Este respondió en un tono más nervioso que en otras ocasiones y en un momento dado espetó a la alcaldable de BComú: “Usted lo enmierda todo”. “Acusa a los lobbies pero usted también hace lobby”, le dijo en otra ocasión.

Colau mantuvo su tesis de que la definición de la ciudad es cuestión de liderazgo público y que hay que escuchar a la ciudadanía. Echó en cara Trias no haber invertido en los barrios más necesitados y le acusó de no escuchar a la gente. “Se han negado a hacer consultas”, lamentó Colau. También Collboni acusó a Trias de “haber mirado a otro lado” en cuestiones como el turismo.

Trias, por su parte, insistió en que ha invertido en todos los barrios —Trinitat Nova— y ha hablado con los vecinos y defendió su gestión económica. El paro ha bajado de 100.000 personas, El Ayuntamiento paga a 30 días y el superávit le permite gastar más en servicios sociales, insistió.

Compartida por todos fue la receta de la creación de empleo para que Barcelona salga de la crisis. Pero, aparte del baile de puestos de trabajo que cada candidatura promete crear, cada uno marcó terreno en el cómo: con grandes inversiones, dijo Trias; apoyando a las pequeñas y medianas empresas, apuntó Colau; a los emprendedores, Fernández Díaz; en inversiones públicas, Collboni, y en todos los sectores, dijo Bosch.

El alcaldable del PSC exhibió orgullo sobre el legado socialista en la construcción de Barcelona y arrancó fuerte en el debate defendiendo la gestión del último gobierno municipal del PSC. Afirmó, al contrario de lo que mantiene Trias, que cuando CiU entró en el Ayuntamiento había dinero en la caja: 262 millones de euros. Algo que el alcalde aseguró que era “ciencia ficción”.

El proceso soberanista había quedado hasta ahora en un segundo plano en esta campaña pero ayer acaparó parte del debate

Fernández Díaz centró buena parte de su intervención en atacar a Colau, afirmando que gobernó durante 32 años: “Porque usted es ICV, que es casta municipal”. “Les gusta Venezuela, les pone”. La referencia al país latinoamericano fue constante en las alusiones del popular a Colau. Todas las formaciones hicieron piña contra el tono que está utilizando el candidato del PP en esta campaña sobre la inmigración. “Hay que dejar atrás el falso buenismo”, afirmó. Xavier Trias y Jaume Collboni defendieron el pacto del Ayuntamiento para no hacer campaña utilizando la inmigración. Pero uno de los más contundentes contra el discurso de Fernández Díaz, fue Bosch que le acusó de “faltar a la dignidad de las personas”. Colau le echó en cara que el PP “está expulsando a muchos jóvenes que emigran” y le pidió que en vez de preocuparse tanto por la legalidad de los inmigrantes, se ocupe por la de su partido.

El republicano exhibió un carácter conciliador, se mostró partidario de “liderar consensos” y defendió, por ejemplo, que en materia económica Barcelona tiene que compatibilizar “la capitalid[*****]ad del móvil con la economía social”.

El proceso soberanista había quedado hasta ahora en un segundo plano en esta campaña pero ayer acaparó parte del debate. Los candidatos se posicionaron sobre la independencia —“Sí, sí, sí, a favor”, dijo Trias— y varios de ellos (Collboni, Fernández Díaz y Bosch) instaron a Ada Colau a que desvelara su posición en una eventual consulta. Los tres quisieron buscarle el talón de Aquiles, conscientes de las diferentes sensibilidades que aúna BComú. La alcaldable no lo reveló: “Estoy comprometida con el principio democrático del derecho a decidir. CiU habla de soberanía pero a la hora de la verdad no está con la población”. El alcalde defendió la secesión con estas palabras: "¿Alguien cree que esta situación es sostenible?"

Con información de C. Blanchar, B. Cia, A. Piñol, J. Mumbrú, P. Ríos.