Una manifestación de 600 músicos exige a Feijóo que proteja las verbenas

En la Galicia de las 3.000 verbenas anuales, las orquestas se han puesto en pie de guerra. Unos 600 músicos de estas agrupaciones, imprescindibles para las numerosas fiestas vecinales que se celebran en la comunidad, han salido hoy en manifestación por las calles de Santiago para reclamar que la Xunta los proteja. La Asociación Galega de Orquestras improvisó el pasado lunes la protesta para hacerla coincidir con el Día sin Música. Desde que hace dos años Hacienda empezó a reclamarles el 21% de IVA en sus transacciones con las comisiones de vecinos, el sector se tambalea, relata su portavoz, Manuel Fariña.

“Aquí no hay cuentas en Suiza ni somos millonarios”, esgrime Fariña. “Apelamos a la Xunta para que nos regule y nos dé una seguridad jurídica para negociar con Hacienda”. El presidente de la asociación de orquestas, un sector que en Galicia está integrado por unas 300 agrupaciones (entre orquestas, tríos, dúos, etc), advierte que si se le sigue exigiendo el pago de un IVA tan elevado -del que, sostiene, estaban exentos tradicionalmente-, al final se lo repercutirán a las comisiones de fiestas y los festejos estarán condenados a desaparecer. El sector propone que el Gobierno gallego cree una figura que reconozca y proteja las verbenas, “un bien de gran valor económico y cultural”, asegura Fariña, que está en peligro no solo por el IVA, sino por nuevas exigencias legales que él considera desproporcionadas. “Tienen que cambiar la ley de espectáculos que regula la seguridad, porque no pueden exigir lo mismo a un concierto de Shakira que a una verbena en Pazos de Borbén”, reclama.

La asociación de orquestas gallegas cree que el origen del problema está en que las leyes que los regulan se han quedado obsoletas tras “50 años” sin cambios y necesitan ser revisadas teniendo en cuenta cómo ha cambiado el sector. Antes, explica su presidente, estas agrupaciones eran “sociedades de orquestas” integradas como socios por los propios músicos. Hoy estos últimos suelen ser autónomos, añade Fariña, y el material que utilizan es propiedad de otra persona: “No nos oponemos a que el material tenga IVA, pero que no repercuta en los músicos”.