Carmona acorrala a Aguirre en el debate con alusiones a la corrupción

Esperanza Aguirre (PP), Antonio Miguel Carmona (PSOE), Raquel López (IU) y David Ortega (UPyD) celebraron anoche en Telemadrid la primera ronda de debates de candidatos a la alcaldía de Madrid. Fueron seis cara a cara de 21 minutos, que se completarán hoy y mañana con otros 15 debates con Manuela Carmena (Ahora Madrid), Begoña Villacís (Ciudadanos) y Ortega Smith (Vox). Este formato, impuesto por Aguirre, permitió a Carmona lanzarle un ataque frontal a cuenta de los casos de corrupción, que el resto de contendientes remachó.

Aguirre, de blanco y tejanos azules, y leyendo a menudo de su cuaderno de anillas, comenzó prometiendo un modelo de ciudad basado en la libertad, “algo que a los socialistas y sobre todo a los bolivarianos les da alergia”. Su rival, de traje y corbata, le replicó con contundencia: “Mi modelo de ciudad es que acaben 26 años de gobierno del PP. Usted tiene una trayectoria siniestra, con Tamayo, Gürtel, Barcenas, Rato, Blesa, Bankia... No debería pedir el voto sino perdón, pero lo que ha hecho es imperdonable”. Aguirre le replicó que está “orgullosísima de su gestión” como presidenta regional (2003-2012), a lo que Carmona añadió: “Usted lleva a imputados en sus listas; yo, ni uno”.

carmonaAguirre acusó al PSOE de “inventar Bankia”. “Y sobre el tamayazo miente, que es el arma de los totalitarios”, aseguró. “Está loco por alcanzar el poder y hace cualquier cosa”, le espetó, recordándole con una portada de periódico que el diputado regional tuvo que dejar su escaño en 2002 por decir, en referencia al Prestige: “Estamos sobrados de votos, y si hace falta hundimos otro barco”.

“De la corrupción nadie puede estar libre. Lo importante es qué se hace cuando se descubre. En mi caso, en la Gürtel que es lo que me pilló, cortar el cuello a todo el que estuviera implicado y pedir perdón”, explicó Aguirre, y acabó: “Yo no me he llevado ni un euro”.

Carmona llegó a decirle que escucharla debatir sobre regeneración democrática era “como si el presidente de Corea del Norte hablara de democracia pluralista”.

En el siguiente debate, Raquel López, de rosa y blanco, y también con notas, se dijo asqueada por ese enfrentamiento de “y tú más”, y reivindicó la labor de los políticos. David Ortega, con chaqueta y sin corbata, presumió de que UPyD destapara el caso Bankia: “Nos hemos dejado un cuarto de millón de euros, nos hemos quedado sin dinero para la campaña, por defender a los madrileños”. “Ustedes llevan 20 años en el Ayuntamiento y no han hecho nada”, le espetó a López, que le respondió: “Parece que hasta que llegó UPyD no se encendió el sol”.

Enfrentado después a Aguirre, Ortega restó valor a las promesas de la candidata del PP: “Están muy bien, pero ustedes han hecho lo contrario. Usted pertenece al PP, el pequeño Nicolas nace en el PP, es el síntoma. UPyD quiere despolitizar el Ayuntamiento, que no esté al servicio del PP. Su propia hermana, señora Aguirre, está contratada en un distrito”. Ella le replicó: “Corruptos habrá siempre, pero al paso que van ustedes no tendrán porque no van a tener representación”. “A su paso brota la corrupción”, concluyó Ortega.

López, por su parte, criticó a Aguirre que el PP “haya gobernado 30 años para los suyos y ahora, en campaña, se paseen con su sofá preguntando a los vecinos qué quieren”. Aguirre replicó comparando Madrid con Andalucía, y descalificó los argumentos de López así: “He leído que no tiene estudios, pero hay que enterarse”. “Ha sido muy maleducada: sí tengo estudios y tengo muy claro a quién defiendo, a las mayorías sociales, y a quién defiende usted, al poder económico”, le respondió.

Aguirre acusó a López de que su modelo “comunista” sólo trae “miseria, pobreza y corrupción”. “Hay que tener un rostro importante para hablar de corrupción cuando se tiene a su número dos en la cárcel”, respondió López, aludiendo a Francisco Granados.

En su debate con López y Ortega, Carmona alabó a ambos y evitó enfrentamientos. La candidata de IU le reprochó que el PSOE “no hiciera nada cuando gobernaba” para remediar la desigualdad, y le instó a defender en el Estado que la ley de capitalidad dé más recursos a Madrid, y que se “module” el IBI y se obligue a la Iglesia a pagarlo. “No puedo estar más de acuerdo, pero aún no tenemos el Gobierno”, le respondió él. Con Ortega, coincidió en la necesidad de despolitizar el Ayuntamiento.