2.000 mujeres marchan por Barcelona contra el machismo

Más de 2.000 mujeres de diferentes colectivos feministas marcharon ayer por Barcelona en protesta por el “sistema desigual y patriarcal que preside la sociedad”. La manifestación comenzó a pasadas las 18.00 en la plaza de la Catedral y concluyó poco después de las 20.00 en la plaza Universidad. Por el camino diversos comercios, sobretodo franquicias de ropa femenina, sufrieron las consecuencias del vandalismo de algunas de las manifestantes.

La Vaga de Totes, que así llamaron las organizadoras a la jornada que tuvo lugar el día de ayer, comenzó por la mañana cuando varios de los colectivos realizaron cortes de circulación en diferentes puntos de Barcelona. Estos cortes de tráfico duraron apenas unos minutos y tuvieron escasas consecuencias. Durante el día de ayer el mismo colectivo convocó una huelga de consumo que pretendía, según una portavoz, “visibilizar el trabajo asistencial que realizamos las mujeres diariamente y hacer presente que la feminización de la pobreza está enraizada en el mundo, lo que supone precarizar el consumo por parte de las mujeres”.

La manifestación salió de la plaza de la Catedral. Tras una pancarta que rezaba: Las mujeres hemos perdido el miedo, deja el trapo y enciende la llama. Más de dos mil personas comenzaron la marcha. La cabecera estaba reservada para “mujeres transexuales y lesbianas” según se esmeraban en remarcar las jóvenes que iban en una furgoneta encabezando la protesta.

Decenas de agentes de los Mossos d’Esquadra vigilaron la zona y no pudieron evitar que varias jóvenes, disfrazadas con pelucas y tapabocas, descargarán su divergencias contra los escaparates de las franquicias de ropa del Portal del Àngel. Una docena de tiendas sufrieron en los escaparates diferentes pintadas, algunas denunciando las tallas de ropa de algunos comercios.

Cuando la marcha llegó a plaza Catalunya las manifestantes leyeron una proclama en contra de la política laboral de uno de los comercios situados en el lugar. Los agentes de los Mossos d’Esquadra alertaron entonces a todos los comerciantes de la Ronda de la Universitat para que cerraran la tiendas al paso de la marcha. Las manifestantes finalizaron la protesta en plaza Universitat con proclamas como “cocinar y planchar también es trabajar”.