A Mozart le sienta bien el lujo

Vuelve al Liceo, bajo la batuta de Josep Pons, Così fan tutte (Así hacen todas),la ópera que cierra la trilogía de Mozart y el libretista Lorenzo Da Ponte. En esta ácida comedia sobre la lucha de sexos y la infidelidad, el cínico y misógeno Don Alfonso mueve los hilos de una apuesta irreverente en la que los protagonistas masculinos, Guglielmo y Ferrando, ponen a prueba la fidelidad de sus parejas femeninas, Fiordiligi y Dorabella. El montaje —9 funciones del 20 al 30 de mayo— procede de La Fenice veneciana y marca el debút liceista del director de escena italiano Damiano Michieletto, que ambienta la ópera en un hotel de lujo donde los jóvenes amantes vivirán unas amargas vacaciones.

En lugar de reponer una producción propia —el montaje dirigido por Flotats en 2004, que no cosecchó buenas críticas— el anterior director del coliseo barcelonés, Joan Matabosch prefirió alquilar para esta temporada el montaje de Michieletto, procedente de La Fenice de Venecia y estrenado hace dos años. "Ignoro los motivos de esta decisión", manifestó con diplomacia la actual responsable artística del Liceo, Christina Scheppelmann. "A veces resulta más cara una reposición de un montaje propio que el alquiler de una producción ya rodada".

Michieletto subraya el lado amargo de esta ópera bufa en dos actos cuyos hilos mueve Don Alfonso, al que convierte en dueño del hotel. "La trama adquiere verosimilud al ambientarla en un moderno hotel, un espacio anónimo que potencia el juego erótico. Pero no es un simple juego, porque la amargura y el cinismo de Don Alfonso, su imposibilidad de ser feliz, acaba destruyendo la felicidad de los jóvenes amantes", explica Micheletto.

"En este montaje Don Alfonso está bebiendo siempre, es un alcohólico, un ser amargado convencido de que nadie debe esperar gran cosa de la vida", comenta el barítono Pietro Spagnoli, intérprete del cínico personaje, que en el segundo reparto corre a cargo de William Berger. Las sopranos Juliane Banse y Maite Alberola (Fiordiligi); las mezzosopranos Maite Beaumont y Gemma Coma-Alabert (Dorabella), los tenores Joel Prieto y David Alegret (Ferrando), los barítonos Joan Martín-Royo y Borja Quiza (Guglielmo) y las sopranos Sabina Puértolas y Anna Tobella (Despina) completan el doble reparto.

"La partitura es una maravilla, una ópera perfecta de equilibrio y muy exigente con las voces, no sólo en las arias, sino de forma especial en los conjuntos, en los que Mozart logra una transparencia y sentido teatral como nunca se había visto", explica Josep Pons.

El estreno del montaje, el miércoles próximo día 20, coincide con el día Sin Música, una jornada que el Liceo no puede secundar sin asumir graves pérdidas. "El Liceo es contrario al actual IVA cultural, pero no podemos dejar de cumplir los contratos con los artistas y el alquiler del montaje que se firmaron hace más de tres años: no cumplirlos ahora nos supondría un coste de 193.000 euros que no nos podemos permitir", asegura Scheppelmann.

Ya en un plano más lúdico, el coliseo instalará en el Saló dels Miralls una reproducción del bar de la escenografía del montaje, donde el público podrá tomarse una copas. También habrá sorpresas en el vestíbulo del teatro; la instalación de un vinilo gigante de seis por seis metros permitirá visualizar una escenografía en un original juego interactivo propuesto por el ilustrador argentino Eduardo Relero, todo un gurú del 3D y el streetart.