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Las empresas fantasma

La bahía de Cádiz se acostumbra al anuncio de inversiones millonarias que no cuajan

Zona Franca de Cádiz.
Zona Franca de Cádiz. ROMÁN RÍOS (EL PAÍS)

La última en caerse ha sido Carbures. La empresa fabricante de materiales compuestos, que lleva unos meses de grandes apuros desde que una auditoría detectara algunas anomalías en sus cuentas, ha terminado renunciando a la que iba a ser su tercera sede en la provincia de Cádiz tras El Puerto y Jerez. Iba a construir en el recinto interior de la Zona Franca una factoría innovadora dedicada al sector de la construcción. Como Carbures otras anunciadas compañías han ido desvaneciéndose de la bahía de Cádiz sin llegar si quiera a realizarse. Algunas sí llegaron a funcionar, pero su efímera presencia en tierras gaditanas las sitúan en la misma lista de inversiones fantasma.

La planta de Carbures, la que iba a ser llamada Carbures Free Zone, pretendía ser la más innovadora de todas las que había levantado hasta ahora esta empresa nacida de la Universidad de Cádiz. El edificio iba a estar hecho con materiales compuestos, en una apuesta decidida por la resistencia y versatilidad de estos elementos para el sector de la construcción, que esta compañía ya había probado para el sector de la automoción o el aeronáutico. La inversión iba a ser de ocho millones de euros. “Estos materiales son cuatro veces más ligeros que el acero y hasta tres veces más resistentes y flexibles”, dijeron sus responsables al presentar este proyecto.

Pero el proyecto se ha caído. Carbures ha terminado renunciado a la reserva de suelo hecha por la Zona Franca y el Consorcio fiscal acaba de anunciar que una empresa logística nacional se implantará en esos suelos. “Es una inversión de cuatro millones de euros capaz de generar 100 empleos”, ha dicho el delegado del Estado en la Zona Franca, Jorge Ramos, quien no ha revelado el nombre de la compañía por expreso deseo de sus dueños.

La empresa Carbures viene sufriendo dificultades desde que saltara el caso Gowex, se dudara de sus cuentas y de su éxito en el Mercado Alternativo Bursátil, al detectarse algunas irregularidades en sus cuentas por parte de los auditores. Desde entonces trata de mantener el tipo en los sectores donde estaba arraigada y en sus inversiones en el extranjero, sobre todo, en su instalación en China. Así que la nueva planta de la Zona Franca había dejado de ser una prioridad.

Como ésta, son muchas las fábricas que se han ido desvaneciendo en Cádiz sin ni siquiera llegar a existir. Los anuncios de compañías fantasma se multiplicaron tras el cierre de Delphi en 2007. La Junta, justo antes de que estallara la crisis, llegó a reunir una serie de inversiones comprometidas, capaces de generar 3.000 o 4.000 empleos. Apenas tres nuevas empresas surgieron tras esa clausura y algunas, como Gadir Solar, se mantuvieron dos años, cobraron sus subvenciones y cerraron. Desde entonces los suelos de Delphi siguen vacíos. Sólo una empresa de reciclaje de combustible ha podido empezar a funcionar en los terrenos anexos a la fábrica. El Gobierno andaluz y los administradores concursales que gestionan el suelo y las naves han tenido que reconocer su incapacidad para que una industria cuaje en esta zona. La fábrica de Delphi ha sido esta semana noticia por la operación policial que ha destapado a la banda que entraba sin problemas y robaba el poco material de valor que quedaba dentro.

Los incentivos que trataron de atraer empresas a la bahía gaditana no han sido suficientes para atrapar nuevas grandes empresas. La comarca sigue dependiendo de los astilleros, Airbus y Dragados. Sus industrias auxiliares viven en vilo de los vaivenes de sus cargas de trabajo, sin que ninguna otra gran inversión haya podido consolidarse. Algunas empresas anunciaron su llegada pero terminaron fallando. Ocurrió con las inversiones del gallego Alejandro Ouviña, investigado en el fraude del plan Bahía Competitiva. Pasó con Merkum, otra inversión gallega que iba a ocupar los terrenos de Visteon en El Puerto de Santa María. El Ayuntamiento portuense ya ha advertido con sanciones si no desarrolla la inversión comprometida. Y sigue en el aire Zahav Motors, una empresa de automoción, que primero se anunció en Alcalá de los Gazules y después en Jerez.

La cartera de la Zona Franca

Mientras en los suelos de Delphi las administraciones llevan ocho años esperando comprador, la Zona Franca de Cádiz no deja de recibir ofertas. Al menos, sobre el papel, porque no todo lo anunciado ha terminado cuajando. Tras la renuncia de Carbures, el Consorcio ha encontrado rápido sustituta en una empresa de logística que va a invertir cuatro millones de euros en crear 100 empleos para una compañía perita en la distribución de productos, especialmente, para Marruecos.

La Zona Franca tiene pendiente, tras un inesperado retraso en la firma, comprar los terrenos que dejó libres a la entrada de Cádiz la tabaquera Altadis. Una operación de 37 millones de euros que el Consorcio confía en recuperar pronto porque, según su delegado, Jorge Ramos. tiene en cartera tres empresas, deseosas de instalarse allí y disfrutar las ventajas fiscales del recinto.

Ramos dice que podrán crear 500 empleos aunque, al igual que con la sustituta de Carbures, se guarda sus nombres. Tampoco ha desvelado la identidad de otro de sus anuncios.

El Ayuntamiento aprobó en pleno la firma de un convenio con Zona Franca para venderle dos plantas de oficinas del estadio Ramón de Carranza por siete millones de euros. El Consistorio consigue liquidez y el Consorcio puede obtener las plusvalías de la venta de esos locales. De hecho, Ramos asegura que ya hay comprador para una de las plantas. En plena campaña electoral ha dicho que podría materializarse en un mes. La oposición no le cree. Recuerda cómo en 2011 la alcaldesa Teófila Martínez junto al ministro Cristóbal Montoro anunció la creación de 5.000 empleos gracias a la reordenación del recinto exterior de la Zona Franca. Nada se ha hecho desde entonces. Y Cádiz ha perdido empleo en vez de ganarlo. En su campaña de este año Martínez anuncia que en esa zona podrían instalarse discotecas.

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