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LOS LUGARES DE ROBERTO RUIZ

De tacos y beats

Paseos en bicicleta, sesiones electrónicas y mesas del buen comer se entrecruzan cuando el chef mexicano abandona sus fogones

El chef mexicano Roberto Ruiz frente a bodegas La Ardosa.
El chef mexicano Roberto Ruiz frente a bodegas La Ardosa.álvaro garcía

1. Malasaña y Fuencarral. Aquí es donde se gestan muchas tendencias a las que me interesa estar atento. Cada vez que voy, hay nuevos restaurantes, nuevas tiendas… Mi último descubrimiento es un gran acupunturista chino, que es toda una celebridad en su país y que ha montado un consultorio cerca de la glorieta de Bilbao. Reconozco que desconfío de las terapias alternativas pero esta gente tiene un profundo conocimiento de lo que hace y me dejó como nuevo en nueva sesión.

2. El Cisne Azul. Me gusta tanto por las joyas seteras y hongos que cocinan como por la sencillez propia del lugar. Es un restaurante destacado para cerrar cualquier paseo improvisado por la zona. Acaban de abrir un segundo local pero me quedo con el primero, el de toda la vida. (Gravina, 19)

3. FNAC Callao. Me encanta la música y disfruto mucho recorriendo sus novedades en cascos, altavoces y toda clase de gadgets que hagan que la música suene mejor. Hace poco me compré unos cascos Sennheiser, un modelo que acentúa los graves. Con ellos la calle se convierte en un videoclip. (Preciados, 28)

Suma y sigue

Al tiempo que su restaurante Punto MX logra una estrella Michelin, Roberto Ruiz (México DF, 1975) abre la antojería Salón Cascabel y mantiene siempre concurrido, a golpe de espléndidos tragos, su MezcalLab.

4. Mercado de Maravillas. Encuentras una gran variedad de productos importados de Latinoamérica, Asia y África. Una gozada para quienes disfrutamos viendo género y productos de temporada. Me parece un espacio ineludible si quieres probar y cocinar muchas cosas desconocidas. (Bravo Murillo, 122)

5. Cines Ideal. Me gusta ir con mi mujer a ver películas en versión original. ‘La teoría del todo’ fue el último estreno al que nos acercamos. Me pareció un peliculón aunque mucha gente desaprobara el Oscar al actor protagonista. Siento que se me escapara ‘Birdman’ pero son películas como ‘Boyhood’ o ‘Babel’, esas impresiones sobre la vida, las que más me interesan. No soy de ciencia ficción ni naves espaciales. (Dr. Cortezo, 6)

6. Asturianos. Templo y refugio de platos de cuchara en el que oficina doña Julia, majestad de los fogones. Y no me olvido de Alberto Fernández Bombín y su inagotable cava de vinos. Bacalao, fabes con almejas o sardinas con tomate están entre los platos que más he disfrutado en esta casa. Pero déjense asesorar por ellos que son unos verdaderos titanes del placer. (Vallehermoso, 94)

7. Matadero Madrid. Su oferta cultural me parece muy atractiva. Siempre hay una razón por la que bajar hasta allí. Suelo llegar dando un largo paseo desde mi casa. A medio camino, en el barrio de las Letras, hago una parada en el emblemático Los Gatos (Jesús, 2). Me tomo un pincho, una cerveza y sigo. (Pl. Legazpi, 8)

8. La Casa Encendida. Ahora tengo menos tiempo libre para acudir a las fiestas y sesiones electrónicas que organizan. Hace 24 años que soy un aficionado a la música electrónica; en Salón Cascabel estamos poniendo deep house de fondo, beats para mantener el buen humor. Aún recuerdo una sesión de homenaje a Nicolas Jaar. (Ronda de Valencia, 2)

9. Vías ciclistas. Suelo coger la que parte de Montecarmelo, que se desvía en un momento del Anillo verde, y termino por Colmenar Viejo. Es un acercamiento a la sierra que acostumbro a hacer con algunos amigos que viven por allí. Quizás no sea muy larga pero es bastante completa.

10. Café Berlín. Bandas en directo, buena música y un local con personalidad. A mediados de abril estuve viendo a mis amigos Son Cremita, un grupo salsero como pocos en la ciudad. (Jacometrezo, 4)

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