Europa es una ‘jam session’
Madrid celebra hoy el Día Internacional del Jazz con un puñado de conciertos de artistas procedentes de gran parte del viejo continente
¿Para qué sirve un Día Internacional del Jazz?. Herbie Hancock, pianista y compositor metido a Embajador de Buena Voluntad de la Unesco, lo sabe: “queremos vivir en un mundo del jazz donde todos trabajemos juntos, improvisemos juntos y no tengamos miedo a los desafíos y a expresarnos por nosotros mismos”.
Como cada 30 de abril desde hace cuatro años, la comunidad del jazz va a afirmar su carácter cosmopolita y sandunguero con un amplio programa de festejos diseminados a lo largo del globo; de París, donde tendrá lugar la gala estelar, a Johannesburgo y Tokio pasando por Alcoy o la ciudad autónoma de Ceuta.
De los hielos nórdicos al soleado mediodía francés.
Lejos de los protocolos, nuestra ciudad se apresta a celebrar tan brillante efeméride como manda el santo patrón John Coltrane. Sin smokings ni colas de visón, pero con jazz. Mucho jazz, con una marcada presencia europea, y el recuerdo a quien vivió apasionadamente un mundo del jazz. Empezando por el principio.
Los escandinavos Atomic volverán a nuestra ciudad en fecha tan señalada con su propuesta musical provocadora y mordaz, “una parte de conferencia académica y otra de juerga”, en su propia definición. Mismos planteamientos, diferente escenario: del Auditorio Nacional, donde actuó el rubiáceo quinteto en 2013, a la sala Rock Palace de la calle Vara del Rey. Por delante, una más que prometedora noche de jazz caliente y cerveza fría para un público no necesariamente jazzístico.
De los hielos nórdicos al soleado mediodía francés. Louis Sclavis, (clarinetes y saxos), y Benjamin Moussay, (piano), interpretarán un concierto a dúo en el Instituto Francés en tiempos de crisis para el jazz galo a costa de los recortes presupuestarios. Algo sobre lo que el saxofonista viene alertando desde hace tiempo: “cada vez más nos estamos convirtiendo en americanos sólo para lo malo” manifestaba el susodicho a la revista Cuadernos de Jazz. “No nos queda otra que batallar en Europa por la continuidad de nuestra línea de pensamiento y nuestra cultura”. Esa misma publicación va a conmemorar el 25 aniversario de su fundación y el segundo aniversario del fallecimiento de su director, Raúl A. Mao en la vecina Sala Clamores.
Los artistas concurrentes van a ofrecer su música por el mero amor al arte
El cartel promete, aún más si se tiene en cuenta que los artistas concurrentes van a ofrecer su música por el mero amor al arte y sin recibir un euro a cambio. Empezando por el mallorquín Agustín Fernández, nombre principalísimo entre los pianistas de vanguardia, a quién podrá escucharse durante el verano liderando un conjunto de all stars del jazz mundial.
En su actuación en Clamores, el susodicho estará acompañado por la viguesa Lucía Martínez, a la batería. Tras ellos, Joachim Kühn, artista de genio y tronío, alemán de origen, residente en Ibiza y el único pianista sobre la tierra capaz de soportar las embestidas del gurú del free jazz, Ornette Coleman; el cumplido currículo del ya septuagenario jazzista habla por sí mismo: colaboraciones con Chet Baker, Don Cherry y Gato Barbieri, concertista en solo y en formación de trío, junto al marroquí Majid Bekkas, y Ramón López, a la batería… el germano-ibicenco estará acompañado por éste último, y por Ernesto Aurignac, joven valor de la cantera malacitana, a los saxos.
Y lo que se tercie, puesto que el escenario permanecerá abierto a quien quiera sumarse a la fiesta, y ya son muchos los que han manifestado públicamente su intención de contribuir a la causa. “El jazz representa los valores de la libertad y la democracia”, nos recuerda Herbie Hancock. “En el jazz, todos tienen voz y voto”.
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