Los homólogos
Fernández Teixidó diserta como un torero orondo que ya ha cortado las orejas y el rabo
Es una pena que el convergente Antoni Fernández Teixidó no intervenga más a menudo en el hemiciclo, pues de largo es quien mejor habla. Aunque trabaje para el lado oscuro. En la sesión de control al Govern de este miércoles, ha realizado Fernández Teixidó una admirable exaltación de la lucha del Parlament contra el fraude fiscal. Desde luego, se trata de un asunto que dentro el partido al que este diputado pertenece ha cobrado dimensiones rocambolescas (y puede que hasta rockanrolescas por aquello del rock de la cárcel).
Fernández Teixidó diserta como un torero orondo que ya ha cortado las orejas y el rabo. Se pone en pie, guarda una mano en el bolsillo del pantalón y dirige con la otra. Modula su voz con la misma elegancia cortesana de su anciano cabello, que se ondula cayendo por su nuca, es decir, por donde puede. Va exponiendo el diputado sus argumentos y da la espalda a la mesa para girar ante los representantes del pueblo, dibujar un arco despaciosamente y hacer que el resto contemple su barba blanca apenas pronunciada, susurrada, y recrearse él también mirando al personal.
Como es miembro del Círculo de Economía, y ha sido responsable del consejo de economía y finanzas de CiU, Fernández Teixidó ha dirigido hoy su intervención a su homólogo (de pequeño, pensaba que un homólogo era alguien que se parecía a Kissinger), el conseller Mas-Colell, al cual ha preguntado por los medios con que el Govern se dispone a combatir esta “xacra que denunciem, que és el frau fiscal al nostre país”. En su respuesta, Mas-Colell ha largado al unísono la lista de las palabras que terminan en on (prevención, detección, corrección, deslocalización, concesión, potenciación, recuperación, recaudación...) y la lista de las palabras que terminan en ente y su femenino (contribuyente, fraudulenta...). Pero decir algo en serio usando únicamente palabras acabadas en ente y en on sólo le sale bien a Rosendo, que lleva toda la vida haciéndolo en su canciones.
Sin embargo, a pesar de que domina espléndidamente la técnica de la disertación, al diputado Antoni Fernández Teixidó los suyos prefieren tenerle en el lado oscuro y emplearle sobre todo en allanar las tormentas que llegan por babor (es decir, desde la izquierda). Fernández Teixidó, de elegancia libertina, forma parte de la corriente más liberal de Convergència, llamada llibergència (menos mal que no es la más diligente, porque entonces sería diligencia; ni la más emergente). En general, Fernández Teixidó actúa de martillo de herejes socialdemócratas propios y ajenos.
Precisamente esta vez, los socialdemócratas ajenos se han puesto opositivos y han metido al president Artur Mas en un jardín de las delicias. Esto fue cuando Miquel Iceta, el alma del hombre bajo el socialismo, dijo que había leído en EL PAÍS que las mujeres de dos exdirigentes de CiU cobraron cerca de 200.000 euros de una adjudicataria de TV-3 en los años 2008 y 2009, y que Hacienda sospecha que podría tratarse de un pago por trabajos no realizados, tal vez vinculados con el caso de las ITV.
Miquel Iceta hace meses que pregunta sin maldad, ni de palabra ni de obra
Miquel Iceta hace meses que pregunta sin maldad, ni de palabra ni de obra, y ha suavizado el tono de esta intervención sin citar los nombres de los dos políticos en cuestión, y sin acusar a nadie de nada, tan sólo preguntándole al president si se ha interesado por la noticia. Ha sido Artur Mas, el que, como quien no quiere la cosa, ha sacado a colación las identidades: “David Madí i Oriol Pujol, em sembla que ha dit...”, para concluir que, en efecto, se ha interesado, pero que como entonces él no mandaba considera que se trata de “un tema particular d'ells.... com a persones particulars que són”. Últimamente les está dando algunos partidos por identificar la corrupción con el patio de su casa, que también es particular.
Llevaba Miquel Iceta clavada en su chaqueta negra una chapa roja con la leyenda #ideesclares, que es el lema del PSC de Corbera (Baix Llobregat) para las municipales. Y buena parte de los diputados de ERC, ICV-EUiA y CUP traían puestas camisetas y pegatinas de la campaña Stop Mare Mortum, que denuncia la ingente cantidad de muertes en el Mediterráneo, calificada ya de “genocidio migratorio”.
En eso de las camisetas, el Parlament tiene también algo de naufragio, de acumulación de gestos desesperados dirigidos a nadie. De inútiles manotazos al aire. Y también cada vez más, se sucede el ponerse todos en pie en el hemiciclo para guardar un minuto de silencio, cuando precisamente el Parlament está para lo contrario, o sea, para hablar. Para hablarlo todo. Decirlo todo. Los motivos para el minuto de silencio ya se proponen a pares. Este miércoles, el minuto de silencio ha sido en memoria de las víctimas de la última tragedia en el Mediterráneo y del terremoto de Nepal, y fue precedido por la lectura de las respectivas declaraciones de apoyo por parte de los vicepresidentes de la mesa Anna Simó y Lluís Corominas. Aún siendo una de ERC y otro de CiU, leen igual, con la misma entonación, y ambos han terminado con ese bajón de modulación tan de misa, de cuando se dice: “Palabra de Dios...”. En la tribuna de invitados se encontraba el cónsul de Nepal en Barcelona, Lluís Belvís, que, en cuanto se acabó el silencio y empezaron las intervenciones de los diputados, se levantó y se fue.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.