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Un club de fumadores, tapadera de un bar de copas

La Policía Municipal detiene al dueño de un colectivo acusado de incumplir las órdenes de clausura y cese de actividad

F. Javier Barroso

La Policía Municipal de Madrid ha detenido al responsable de un club privado de fumadores del distrito de Puente de Vallecas, después de que comprobara que el local era utilizado realmente como un bar de copas. El establecimiento carecía de las oportunas licencias de apertura y actividad pese a lo cual organizaba conciertos de música en directo y se dedicaba a la venta de bebidas en la barra, según informaron fuentes policiales.

[El presidente de esta entidad, que ha preferido que no se facilite su nombre ni el del propio colectivo, ha negado en conversación telefónica las imputaciones efectuadas por la Policía Municipal y ha afirmado que tan solo se dedica a una actividad asociativa "desde hace dos años". Cuenta con 2.000 miembros. El máximo responsable también ha relatado que no entiende el porqué fue detenido durante cuatro horas acusado de un delito contra la propiedad intelectual. "No somos un bar. Somos una asociación que organiza talleres y cursos y hasta programas de radio y la única intención de la policía es cerrarnos", ha concluido.]

Los agentes encargados de la investigación habían vigilado de manera especial y durante días la sede del supuesto club de fumadores, situado en la calle de la Cerámica. El año pasado se había decretado por la autoridad municipal la clausura y el cese de la actividad al no contar con los permisos municipales. Según fuentes policiales, la asociación de fumadores venía incumpliendo de manera intencionada y sistemática los sucesivos mandamientos de cierre decretados por la autoridad competente. Y ello, pese a que el responsable de este colectivo era advertido de las posibles consecuencias penales que podría acarrear su desobediencia.

Según fuentes de la investigación, el falso club se amparaba en la protección de la asociación para tratar de eludir la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunidad de Madrid. Al ejercer como bar especial o discoteca, esquivaba cualquier responsabilidad u obligación en diversas materias como horarios, aforo o protección del consumidor, entre otras.

Un juez de guardia de la plaza de Castilla permitió la entrada y registro del establecimiento después de que los agentes le presentaran los datos recogidos en el local. Cuando entraron los agentes, estos pudieron observar en ese momento la verdadera actividad que había en el local, dado que se vendían bebidas alcohólicas y había música en directo, según informaron fuentes municipales.

La detención del responsable de la asociación se produjo durante el registro, a la vista de la reiterada desobediencia y por el incumplimiento de los decretos de precinto que había sobre el local. En la inspección participaron además de policías municipales integrantes de la Inspección de Trabajo.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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