“Para apagar una cerilla en Kutxabank mandaron bomberos”
La advertencia de Fernández alarga la tensión en el seno de la entidad
“Para apagar una cerilla en Kutxabank mandaron a bomberos, pero no solo a los de Bilbao”. Tan expresiva frase corresponde a una persona directamente implicada en los reiterados procesos de fusión vividos por las cajas vascas y que asiste “atónita” a la “marejada interna” que se vive en el seno del banco vasco. La enérgica advertencia del expresidente, Mario Fernández, de que adoptará medidas “en defensa de su honor” contra su sucesor, Gregorio Villalabeitia, alarga la tensión en el día a día de Kutxabank, cuyos principales directivos esperan la comunicación de la hoja de ruta definitiva a partir de la elección de su primer consejero delegado.
Las ácidas críticas de Fernández hacia Villalabeitia han creado “desazón” en la zona noble del banco. “Hay que acabar con esto de una vez porque se habla más de estos líos que del propio negocio en el momento más delicado porque estamos esperando las respuestas del Banco de España determinantes para nuestro futuro”, se lamentaba el viernes un directivo de la entidad. “Lo que importa es que sea favorable la circular sobre las fundaciones bancarias”, después de las alegaciones presentadas y que tienen el respaldo del propio Gobierno vasco.
Pero el eco de las acusaciones personales de Fernández ha superado el ámbito vasco. “Se sorprenden en Madrid de lo que está pasando porque se fijan en los grandes titulares, pero también deberían pensar en el Banco de España que estamos así porque ellos nos lo recomendaron”, añade el mismo improvisado portavoz.
“Hay que acabar con esto de una vez y centrarnos en trabajar”
Precisamente la implacable decisión de los órganos supervisores es recordada ahora con evidente malestar. “No se concibe que un pago de 240.000 euros que se ha devuelto pueda dar el ruido que está dando”, se lamenta quien ha conocido “desde dentro” los procesos de integración entre las cajas vascas desde el primer intento. “Alguien tuvo que saber que en el momento en que se ponía el caso en conocimiento del Banco de España el tema se escapa de las manos y era incontrolable”, añade la misma fuente.
En Kutxabank, no obstante, quieren pasar página con urgencia “porque seguimos centrándonos en lo que debemos”, admitían en la sede central de Bilbao, mientras había quien se esforzaba en decir que “la vida interna sigue tan normal como siempre”. Los sindicatos, en cambio, no lo ven igual. “Claro que hay nervios. Lo único que sabemos es que se va a ir (Ignacio) Sánchez Asiaín pero estamos esperando que el presidente nos diga ya cuáles son sus planes”.
Mientras, Villalabeitia se sabe directamente señalado aunque en su entorno más próximo aseguran que “no está presionado ni preocupado” por el lógico desgaste público que le ha supuesto su cuestionada decisión de denunciar ante la Fiscalía los pagos irregulares a Mikel Cabieces y, sobre todo, el impacto social por el alcance de su sueldo. “Se está dedicando a trabajar”, apuntan desde Kutxabank.
“Lo importante ahora es lo que diga la circular del Banco de España”
En esa obligación diaria figura, sin duda, la elección del candidato más idóneo para ocupar el cargo de consejero delegado. “No es previsible que vaya a haber sorpresas porque las posibilidades de elección son las que son”, admitían en fuentes próximas al consejo de administración del banco vasco. “Es imposible que se vaya a buscar fuera de Euskadi por el tema del sueldo. En el mercado, la cotización de un profesional al que le podría interesar este puesto ronda el millón de euros y eso es imposible para Kutxabank porque no se entendería”, añade.
Asumida por real la posibilidad de que Javier García Lurueña y Eduardo Ruiz de Gordejuela son dos de los candidatos con mayores opciones para acceder al cargo de consejero delegado de Kutxabank, en línea con lo apuntado el pasado jueves por este periódico, en el seno del consejo se confía “en tomar la decisión cuanto antes”.
En cuanto a la decisión final, hay quien señala que Villalabeitia apostará por la “complementariedad” que le supondría formar un tándem con Lurueña, su directivo más afín. “Además de la confianza y de la relación que mantienen, Lurueña le aporta el control, la experiencia de haber estado en todos los procesos de las cajas, la buena relación con el Banco de España y el presidente pondría su experiencia en el negocio bancario que es lo que domina”, detallaba esta fuente en base al seguimiento de la gestión de Villalabeitia desde su llegada.
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