La sociedad Plan Cabanyal perdió 450.000 euros en 2014
PSPV y Compromís denuncian la escasa actividad y el alto coste de una empresa creada para gestionar un plan urbanístico suspendido
La sociedad Plan Cabanyal-Canyamelar, participada al 50% por el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat, registró unas pérdidas cercanas al medio millón de euros en 2014 —450.000 euros—. En contrapartida, la oficina creada para gestionar un plan urbanístico suspendido desde hace años, consumió un millón de euros en gastos de personal y funcionamiento.
La oposición calificó el balance de oneroso para el Consistorio pues en un año esta oficina se ha limitado a comprar 14 casas en el barrio para tapiarlas, ha cerrado 13 solares y gestionado cinco alquileres. La sociedad no ha podido tramitar licencias de rehabilitación porque el Ayuntamiento paralizó su concesión poco después de que el Ministerio de Cultura dictase en 2009 una orden que protegía el barrio marinero del plan urbanístico aprobado en 2001 por el Ayuntamiento con el único apoyo del PP.
En el consejo de administración de Aumsa [brazo urbanístico del Gobierno local], los socialistas confirmaron que ni el Ayuntamiento ni la Generalitat han pedido al Ministerio de Fomento la prórroga del convenio de rehabilitación de viviendas en El Cabanyal, un acuerdo que data de 2007 y se prorrogó en 2010, y supone la pérdida de cinco millones de euros en ayudas. Según el concejal socialista Vicent Sarrià, “la alcaldesa que dice haber vuelto de Madrid con promesas de inversiones millonarias, se ha olvidado de la prórroga de un convenio que beneficiaba la rehabilitación de El Cabanyal”.
A posteriori, el Ayuntamiento emitió una nota de prensa en la que anunció que había suscrito un nuevo convenio porque el anterior, al que se refirió el socialista Sarrià, había quedado desfasado. Este plan destina a rehabilitación y alquiler social una partida de 11,7 millones de euros.
Joan Ribó, portavoz municipal de Compromís, lamentó el naufragio de Aumsa, “sociedad pública a la que el Ayuntamiento solo encarga las tareas sucias del urbanismo local, como es la adaptación de un nuevo plan de El Cabanyal, comprar casas para tapiarlas y derribarlas, cuando hay tanto por hacer en rehabilitación y en alquileres sociales”.
Aumsa gestionó en 2014 cinco millones de euros, 1,5 millones de euros menos que el año anterior, y cerró el ejercicio con números rojos, concretamente 760.000 euros. De sus arcas se pagaron los 40.000 euros al arquitecto José Maria Lozano por la redacción del proyecto de la Marina Real, o los 247.000 euros invertidos en la compra de viviendas en El Cabanyal. El Consistorio lleva dedicados 35 millones a este tipo de adquisiciones.
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