Conmoción en el Liceu de Barcelona
El teatro llora la muerte del barítono y la contralto de la obra ‘Siegfried’
Las banderas del Gran Teatre del Liceu ondean a media asta y el personal del coliseo de la Rambla se halla consternado ante la muerte de dos de los cantantes que actuaron en el montaje de Siegfried, que este lunes finalizó su serie de funciones entre los bravos y aplausos del público. El barítono Oleg Bryjak, de 54 años, y natural de Kazajistán, encarnaba el papel de Alberich y se dirigía a Düsseldorf, donde formaba parte de la compañía de la Deutsche Oper am Reim; coincidió en el vuelo con la joven contralto alemana Maria Radner, de 34 años, que volvía a su ciudad natal, junto a su marido y su bebé. El teatro le reservó el billete al hombre y en el caso de la mujer, los compró ella.
Cantaron el sábado en la última función del segundo reparto del montaje wagneriano, pero se quedaron en Barcelona como covers por si debían salir a escena para cubrir alguna baja de última hora en el primer reparto. No era la primera vez que Oleg Brykak actuaba en el Liceu: debutó hace dos temporadas en El oro del Rin, primer título de El anillo del nibelungo que el coliseo barcelonés presenta con dirección escénica de Robert Carsen y musical de Josep Pons. Y estaba muy contento, porque tenía firmado ya el contrato para volver la próxima temporada y culminar el ciclo con El ocaso de los dioses.
Los trabajadores del coliseo que más contacto tuvieron con los fallecidos a duras penas podían contener las lágrimas; han convivido con ellos durante muchos días de ensayos en la preparación del montaje, que inició su serie de siete funciones el pasado 11 de marzo. Hoy, a las 12, los trabajadores guardarán dos minutos de silencio en la puerta del teatro.
Formado en Kazajistán, Oleg Bryjak, que ha actuado en muchas ciudades europeas y de Estados Unidos, aprendió las claves del repertorio alemán trabajando duro en las compañías de los principales teatros de Karlsruhe y Düsseldor, en los que hizo los principales papeles de Wagner y personajes emblemáticos del repertorio italiano como Falstaff y Rigoletto de Verdi, Scarpia, de Tosca, de Puccini, y Tonio, de Pagliacci. Maria Radner era discípula de Marga Schiml. Wagner, Beethoven y Strauss centraban su repertorio, con el que ha conseguido notables éxitos en coliseos como el Covent Garden de Londres y la Metropolitan Opera House de Nueva York. El Liceu dedicará a los dos cantantes fallecidos el recital que este miércoles ofrecerá el contratenor francés Philippe Jaroussky,
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