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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Coser y pactar

El nuevo tiempo político necesita de una nueva forma de gobernar: unir y no confrontar

Susana Díaz repite estos días que ahora lo que toca es “coser, unir y contar con todos”. Para ello, hace falta dialogar mucho, añade. No le falta razón.

El Parlamento andaluz es hoy más arcoíris que nunca. Hay cinco partidos, como en 1982, cuando la primera legislatura. Cinco colores políticos. Ninguno con mayoría absoluta, lo que obligará al partido mayoritario a buscar permanentemente aliados para sacar sus proyectos adelante. Se han acabado los rodillos. Llega la hora del diálogo. Del coser y pactar.

La presidenta Díaz dice que gobernará en solitario. Es decir, no buscará un pacto de Gobierno. Cuenta con una mayoría sólida. Pero no absoluta. Necesitará apoyos puntuales.

De momento deberá pasar el test de la investidura. El candidato popular, Juan Manuel Moreno, y Mariano Rajoy proponían en campaña que gobernara la lista más votada. Si cumplen su palabra, que parece que no, Díaz sería elegida presidenta en la segunda votación. También salen las cuentas si Podemos se abstiene en la investidura o la apoya Ciudadanos.

Por otro lado, es impensable, como señaló Díaz la noche de la victoria, una alianza PP-Podemos. Quedan varias citas electorales este año y esa alianza contra natura sería una puñalada a sus principios. Claro que pueden cambiarlos por otros, si de fastidiar a los socialistas se trata. Pero lo pagarían caro.

El problema será cómo gestionar lo que es sin duda un triunfo de Susana Díaz en las urnas. Cómo gobernar faltándole ocho diputados para aprobar leyes, entre ellas la de presupuestos (a partir del próximo año; los de este año ya están aprobados). Tendrá una primera prueba de fuego cuando los partidos de la oposición pidan una comisión de investigación sobre los cursos de formación. Algunos ya han anunciado que lo harán.

Afirma Díaz que ha llegado el nuevo tiempo para Andalucía. Un nuevo tiempo que debe comenzar por un nuevo estilo a la hora de gobernar, más dialogante, que busque la suma de fuerzas y aleje de una vez la confrontación y el “y tú más”. Esas son las políticas viejas rechazadas por una buena parte del electorado el pasado domingo. Es la hora del pacto, de la negociación, del acuerdo, del consenso. “Pactar no es mancharse”, escribía aquí el lunes la gran Almudena Grandes.

Díaz debe tener en cuenta por último que en el Parlamento hay 67 diputados de izquierda. Ocho más que en el anterior. Una inmensa mayoría. Y que por tanto su gobierno debe responder a esa demanda ideológica que la ciudadanía ha hecho en las urnas. Conscientes de que será difícil la negociación con un partido de las características de Podemos. Pero ahí es donde debe entrar en juego la política. La política de alturas. La política que cose y une y no la que confronta y separa.

@JRomanOrozco

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