La juez indaga si Monbus pagó gastos en la boda de la hija de un coronel
Los pinchazos de Aduanas destapan supuestos cobros ilícitos y facturación falsa de militares, trasiego de regalos, enchufes y la filtración de un concurso público del Ejército
El caso Cóndor sobre blanqueo que instruye desde Lugo la juez Pilar de Lara se muestra cada día más poliédrico y complejo desde que estalló el miércoles pasado. Son varias las líneas de investigación que se siguen, alguna podría terminar salpicando a políticos que ocupan u ocuparon cargos tanto en Galicia como en la Administración central, y desde el primer día otra implica a miembros del Ejército. Los pinchazos telefónicos a responsables de Monbus, que dirige el magnate gallego del transporte de viajeros por carretera Raúl López, han destapado también el presunto pago por parte de esta empresa de gastos de la boda celebrada el pasado año entre la hija de un coronel diplomado de Estado Mayor y un futbolista del Real Madrid.
Las escuchas ordenadas por la juez que desde hace aproximadamente un año llevaron a cabo agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera revelan supuestos cobros ilícitos por parte de militares y facturación falsa, trasiego de regalos a miembros del Ejército a cambio de presuntos favores, enchufes en los negocios del grupo Monbus e incluso la filtración del pliego de un concurso público para el transporte de militares que fue supuestamente modificado teniendo en cuenta algunas sugerencias de la compañía de buses.
De momento, hay dos militares de Madrid imputados, un sargento de la Brigada Paracaidista, Luis Fernando Serrano, y un teniente coronel del Ejército de Tierra, Emilio Fabián Sánchez. Ambos fueron arrestados el jueves y trasladados a Galicia por policía militar, prestaron declaración ante la magistrada este domingo y quedaron en libertad con cargos. El ahora suegro del jugador del Real Madrid no está imputado.
Pilar de Lara preguntó en los interrogatorios de este fin de semana a los detenidos (en total, el primer día ordenó realizar 25 registros y arrestar a 10 personas, seis en Galicia y cuatro en Madrid) por la boda de la hija del coronel y el canterano del primer equipo. Los investigadores creen que, al menos, el dueño de Monbus se hizo cargo del coste del transporte de los invitados, un servicio que, según los datos que manejan por ahora, fuentes del caso explican que se valoró en 7.000 euros.
El origen de la Cóndor
-La Operación Cóndor es independiente de la Pokémon pero su origen está en ella. El caso fue a reparto en los juzgados y le tocó de nuevo a De Lara (juzgado 1 de instrucción de Lugo).
-El germen fueron unos recibís firmados que aparecieron en el registro de la casa de un imputado de la Pokémon y que involucraban a los detenidos. Luego varios empresarios, rivales de Monbus en concursos públicos, llevaron gran cantidad de papeles comprometedores.
- El registro de noviembre en la Diputación de Lugo levantó sospechas en los investigados. Al sentirse perseguidos habrían empezado a hablar en clave.
Algunos de los imputados dieron versiones diferentes sobre aquel evento: según la declaración de un trabajador de Monbus, los gastos se habrían cargado a cuenta del Ejército mediante facturas falsas. Pero supuestamente otro de los detenidos dijo que se trató de un regalo de esta empresa de autobuses contratada para el transporte de militares. La decisión de agasajar al coronel, declaró esta persona, la habría tomado Rafael Casqueiro, el yerno de Raúl López.
Y precisamente sobre su yerno, además de sobre su asesor financiero, Jesús Uriz, descargó responsabilidades el dueño de Monbus (en libertad bajo fianza de 20.000 euros) durante el interrogatorio de la juez, que duró siete horas y acabó a las tres y media de la madrugada del domingo. Mientras el gerente de InterRías, la otra firma investigada, defendió a sus empleados diciendo que cumplían sus indicaciones, López culpó a otros, dijo que solo se dedicaba a trabajar y que si había irregularidades estas eran a sus espaldas. No obstante, cuando se le mostraron papeles incriminatorios firmados por él, reconoció su rúbrica. Tanto en documentos relacionados con InterRías como con el Obradoiro CAB. Además, fue cazado durante el último supuesto pago en Sanxenxo.
Las dos jornadas maratonianas en las que se llevaron a cabo registros en Lugo, Santiago, Madrid y otras localidades aportaron ingente cantidad de documentación contable bajo sospecha. Los agentes se incautaron, además, de sacos de dinero y de cuatro pistolas que aparecieron en locales de InterRías. Dos eran de fogueo y las otras dos, auténticas, estaban cargadas. En Monbus se encontraron también una relación de marcas de relojes con números de facturas adjuntos y listados de regalos para mandos del Ejército, que en algunos casos llamaban personalmente para elegir las marcas de jamón y vino.
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