ERC exhibe su desconfianza en Mas pese al acuerdo sobre el 27-S

El acuerdo de mínimos que Convergència y Esquerra alcanzaron el pasado viernes sobre una “hoja de ruta” común para avanzar hacia la independencia no ha servido para calmar la gran desconfianza que se tienen ambos partidos. La dirección de ERC está convencida de que Convergència no está por la labor de declarar la independencia aunque el soberanismo tenga una amplia victoria el 27 de septiembre. Por esta razón, y pese a lo reciente del acuerdo, los republicanos escenificaron ayer sus dudas en el Parlamento de Cataluña. En una encendida intervención en favor de avanzar hacia la declaración de independencia, la portavoz republicana, Marta Rovira, preguntó directamente al presidente catalán, Artur Mas, si está en la misma órbita, con lo que dejó entrever las dudas de ERC. “¿Verdad que el proceso sigue adelante?”, preguntó Rovira.

Convergència no admite que sus ideas sobre la independencia hayan cambiado pese a los matices que ha introducido las últimas semanas. De ahí que Mas respondiera con otra pregunta a Rovira, lo que sonó como una invitación a no incordiar: “¿Verdad que no tiene ninguna duda?”.

Tanto la pregunta como la respuesta son el reflejo de un malestar de fondo por parte de ambos partidos. Esquerra reprocha a Convergència su negativa a clarificar la hoja de ruta más allá de apostar por el derecho a decidir y que los catalanes puedan pronunciarse por el modelo de Estado que quieren. En el acuerdo rubricado por ambos partidos la semana pasada, y que fue secundado por la Asamblea Nacional Catalana, ni siquiera aparece la palabra “independencia”.

Los republicanos creen que CDC acabará por alejarse del independentismo

El texto, además, eludía fijar plazos para declarar una eventual independencia y no clarifica si el final del proceso sería un referéndum sobre la independencia o bien otras elecciones.

Rovira insistió a Mas que se reafirme en el plan soberanista. “El proceso sigue adelante, digámoslo claro”, reiteró la portavoz republicana. Las dudas de ERC llegan después de un goteo de noticias negativas para los intereses de los soberanistas. A las disputas y divisiones que han aflorado entre los partidos e incluso dentro de la Asamblea Nacional Catalana se sumó el pasado viernes la encuesta del Centro de Estudios de Opinión que reflejaba un incremento del “no” a la independencia, que ya supera en cuatro puntos al “sí”. El sondeo también descartaba que CiU y ERC puedan revalidar la mayoría absoluta de la que han gozado en el Parlament los últimos 30 años y que en la actual legislatura ha sido la base para avanzar en el plan soberanista. Datos como este son los que han hecho concluir al Gobierno central y al PP que el proceso catalán está en vía muerta.

CDC se lanza a retener el voto moderado sin renunciar a la independencia

ERC intentó ayer que Mas dé portazo a las dudas y haga una apuesta clara por la independencia. De ahí que se refiriera despectivamente a las encuestas como “gastronomía demoscópica” y ninguneara a los partidos que cuestionan la continuidad del proceso.

Mas respondió a la portavoz republicana con una respuesta genérica que no satisfizo a ERC. “Todos pueden estar tranquilos, el Gobierno nunca ha dudado de que la hoja de ruta es lo que conviene a Cataluña”. Además, abogó porque el pueblo catalán “se pronuncie en las urnas de una manera definitiva y decisiva”.

Las dudas de ERC sobre Convergència se han hecho más evidentes con la negativa de Unió Democràtica de suscribir cualquier acuerdo que implique avanzar hacia la independencia. Los republicanos consideran que Convergència utiliza como escudo a sus socios de Unió para no adoptar actitudes más arriesgadas en la cuestión soberanista.

Mas aboga por convertir el 27-S en la votación “decisiva” y “definitiva”

Fuentes de CDC niegan este extremo, pero admiten que el gran déficit del proceso hoy por hoy es que muchos indecisos se están pasando a las filas del “no” por el caos existente en las filas soberanistas. Esto explica que CDC haya moderado su discurso en un intento de evitar una nueva sangría de votantes como en 2012. Las declaraciones del coordinador de CDC, Josep Rull, en el sentido de que el suyo no es un partido “independentista” sino “nacionalista”, van en este sentido.

La estrategia de CDC pasa por explicar las bondades de la independencia. Por este motivo ayer Mas se dedicó a resaltar lo que considera como últimos ataques del Gobierno. “Existe una operación perfectamente calculada para recentralizar competencias”, aseguró.