¿El agua?, la paga el míster
El Terrassa atraviesa una grave crisis, salpicado por el ‘caso Osasuna’
El máximo responsable del club intenta sortear la cárcel. El máximo accionista se hace el longuis. Y, mientras tanto, el entrenador del primer equipo paga el agua (literalmente) para sus jugadores y para los árbitros en el último partido. El Terrassa, en el limbo.
“Todo esto es un poco triste”, cuenta el entrenador del Terrassa, David Pirri. “Siempre contábamos con frutas y agua en el vestuario. Pero en el último partido [el domingo pasado frente al Vilassar, 3-0], con Txuma en la cárcel, no teníamos nada”, lamenta el técnico. Txuma es Txuma Peralta, máximo responsable del Terrassa, pero también exdirectivo de Osasuna. El 7 de marzo, imputado por delitos de apropiación indebida, falsedad documental y corrupción, Peralta entró en la prisión. “¿Cómo íbamos a jugar un partido de fútbol sin tomar agua?”, se pregunta Jaime, el capitán del equipo. Así que el entrenador tomó cartas en el asunto y fue a buscar bebidas al bar del club, propiedad de Jesús Fernández, máximo accionista del Terrassa. Pero, para su sorpresa, el empleado del bar le contestó: “Por orden de Jesús, si quieren agua la van a tener que pagar”. Así lo hizo.
Con el cartel de “salvador”, Jesús Fernández se hizo cargo del Terrassa en 2010, cuando el club estaba bancarrota. Tras cinco años al mando y con las cuentas en terapia intensiva, el pasado 2 de enero Fernández arregló con Txuma Peralta la venta de la entidad egarense. Peralta prometió solucionar los atrasos en las nóminas y su proyecto deportivo incluía ascender al primer equipo a Segunda A (ahora está en Tercera). Sin embargo, lo que parecía un alivio para las delicadas arcas de club derivó en un caos. “Aunque el acta notarial le entregaba plenos poderes de gestión a Peralta, la compraventa del club nunca se hizo pública y Jesús Fernández continúa siendo el propietario del Terrassa”, cuenta Alfredo Vega, concejal de deportes de Terrassa. “Desde el Ayuntamiento nos dijeron que nos quedemos tranquilos, que van a mediar para buscar una solución”, explica Pirri. Con Peralta fuera de la cárcel desde el lunes, se aguarda una reunión entre Fernández y Peralta, con el Ayuntamiento para corregir la situación.
En el último partido del Terrassa, los aficionados decidieron juntar fondos para ayudar a sus jugadores (cobran entre 200 y 1.000 euros por mes), se les debe la nómina de marzo, y esta semana se negaron a jugar un amistoso frente al sub 23 de Japón. “Estamos en una situación de incertidumbre total. No sabemos qué puede pasar. Una temporada feliz no la podemos disfrutar por temas extradeportivos”, cierra el capitán Jaime. Mientras los directivos deliberan, la pelota sigue girando: el Terrassa marcha cuarto, en zona de playoff.
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