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La mirada tragicómica de Jiří Menzel irrumpe en la Filmoteca

El centro barcelonés dedica una retrospectiva al cineasta checo, ganador del Oscar en 1967

Fotograma de 'Trenes rigurosamente vigilados'.
Fotograma de 'Trenes rigurosamente vigilados'.

Cuando se habla de ‘nueva ola’ en el contexto cinematográfico de los 60, habitualmente el pensamiento va a la Nouvelle Vague francés que revolucionó la manera de concebir el séptimo arte. Sin embargo, no todos saben que en los mismos años también la vecina Checoslovaquia, beneficiando de un clima político insólitamente relajado y en pleno fermento cultural, estaba viviendo su personal ola vanguardista (Nova Vlná), que todavía ahora es recordada como la época más radiante de la industria cinematográfica del país. Uno de los exponentes más representativos de aquella etapa mítica, Jiří Menzel (Praga, 1938), es protagonista hasta el próximo 30 de abril de la retrospectiva Jiří Menzel, el humor del observador organizada por la Filmoteca y en colaboración con el Centro Checo de Madrid (Ceské Centrum) y el Archivo Nacional del Film de Praga (Národní Filmový Archiv).

Si la Nouvelle Vague surgió gracias a la iniciativa de los críticos de la revista Les Cahiers du cinéma, los futuros talentos de la nueva ola checa eran estudiantes de la FAMU, popular escuela de cine praguense, por la mayoría disidentes del régimen comunista que había tomado el poder en 1948. A diferencia del movimiento vanguardista francés que pudo perdurar con serenidad, la Nova Vlná tuvo que interrumpir bruscamente su glorioso camino con razón de la invasión soviética de 1968. Menzel, en Barcelona para presentar las películas que se proyectarán con ocasión del ciclo, ha recordado esa temporada de censura en la que fueron muchos los directores –entre otros el también checo Miloš Forman– que optaron por el exilio voluntario tras los hechos de la Primavera de Praga. “Sin duda la libertad tenía sus límites, pero esto provocaba una cierta fantasía y esperanza. Era muy distinto a como es hoy en día en que no hay censura, puedes hacer cualquier cosa, pero al final no haces nada. El choque entre lo que se podía hacer y lo que estaba prohibido creaba una suerte de energía”.

El director de cine Menzel.
El director de cine Menzel.

La retrospectiva enseñará 14 títulos emblemáticos de la filmografía del cineasta checo. Primero que todo, Trenes rigurosamente vigilados, quizá su cinta más conocida. Transposición en imágenes del homónimo libro de Bohumil Hrabal –gran amigo y colaborador de Menzel–, la película relata la tragicómica resistencia contra el nazismo vista desde la perspectiva del adolescente Miloš, vigilante de una pequeña estación ferroviaria. “Las cosas que no tienen humor, son hipócritas”, ha subrayado Menzel que con este filme ambientado en la Bohemia en plena guerra mundial, obtuvo el Oscar en 1967. “Después de que tres directores de cine rechazaran rodarla, yo acepté. No sé si volvería a hacerlo, porque era aún muy joven, muy grosero. Y muy tonto”, ha ironizado Menzel que tuvo por dos veces la oportunidad de firmar un contrato en Estados Unidos. “La primera vez decliné puesto que estaba empezando a rodar Alondras en el alambre mientras que la segunda no consideraba digno abandonar mi país que en aquel momento vivía una situación tan complicada”.

Paralelamente a la retrospectiva, la Filmoteca ha inaugurado también una exposición que recoge los carteles originales de las películas de Menzel que, con 77 años, no desdeña sus aspiraciones respecto al futuro. “Me encantaría volver a realizar alguna película antes de morir. Mejor, antes de enloquecerme”, ha concluido con inflexión algo sarcástica.

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