Feijóo coge la pala por Hernández

“No digáis que este es el mío”, pedía Feijóo esta mañana a quienes lo rodeaban al tiempo que con una azada tapaba la zanja abierta en la ladera del monte Gaiás en la que acababa de colocar un retoño de abedul. “Hay que pisar, que no haya aire en la raíz”, le aconsejaba dando ejemplo su conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, mientras el alcalde de Santiago, Agustín Hernández, pedía una pala para plantar su propio árbol. Fueron tres, apenas un símbolo de los 6.000 ejemplares de especies autóctonas con los que la Xunta rodeará la Cidade da Cultura para crear lo que denomina Bosque de Galicia.

El ajardinamiento del monte Gaiás por cerca de 300.000 euros fue la primera actuación que comprometió Feijóo en julio del año pasado con Agustín Hernández nada más tomar posesión este de la alcaldía de Santiago. Esta mañana, a dos meses y medio de las elecciones municipales, lo publicitaron plantando sus propios árboles, como cada fin de semana están haciendo cientos de ciudadanos que lo soliciten. Vestidos como para una caminata campestre, un paréntesis de apenas una hora en medio de su encorbatada jornada, Feijóo, Hernández, Rodríguez y otros cargos autonómicos ascendieron unos metros por la ladera del monte orientada hacia la ciudad y pidieron paciencia hasta que los árboles crezcan.

El ajardinamiento del monte Gaiás, a cargo de la arquitecta Isabel Aguirre, “una de las mejores paisajistas de Galicia”, destacó Feijóo, ya estaba previsto en el Plan Estratégico del complejo presentado en 2012. En él se contemplaba que este mismo año el nuevo parque de 23 hectáreas, tres veces más grande que la alameda de Santiago, atrajese ya a 100.000 visitantes, una quinta parte del medio millón de usuarios totales previstos para toda la Cidade da Cultura. Pero para que cumpla ese objetivo no bastan los miles de árboles traídos hasta aquí desde un vivero de Abadín. Aún habrá que construir los accesos peatonales hasta la cumbre del monte, donde se alza el complejo cultural. Para entonces, si ya han crecido lo suficiente, el abedul de Hernández dará sombra durante buena parte del día al de Feijóo, ambos bajo la mole de la Cidade da Cultura, que el presidente reiteró que no terminará por falta de presupuesto tras haber gastado en el complejo más de 300 millones de euros.