Los secretos de La Camarga, al descubierto

En julio de 2010 un almuerzo en el restaurante La Camarga celebrado entre dos mujeres; la presidenta del Partido Popular de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, y Victoria Álvarez, examante de Jordi Pujol Ferrusola, hizo estallar los cimientos de la política catalana. La charla fue grabada a través de un micrófono oculto en un florero. Cuando trascendió la conversación se destapó un serial —que aún dura— de espías, luchas entre partidos y corrupción.

El dramaturgo y director Jorge-Yamam Serrano se ha documentado durante un año sobre el encuentro. El resultado es Camargate, una “recreación teatral” del almuerzo que bascula entre el teatro documental y la comedia. La obra convertirá a partir del 11 de marzo el escenario del Teatre Tantarantana en un restaurante donde los espectadores —con la opción de comer en mesas al lado de las actrices— ejercerán de voyeurs de las confesiones sobre moda, sexo o presuntos delitos de evasión de capitales hablados entre las dos mujeres. “Los personajes son intensos, con un gran torrente tanto verbal como emocional, y un exceso de ego”, dice Serrano sobre la obra, coproducida por TeatrodeCERCA (responsables de la celebrada Que vaya bonito), La Rueda y el Tantarantana.

La conversación entre las dos mujeres es un recorrido por los resortes más peligrosos que entraña el poder. “Me dan el pésame cuando digo que interpreto a Camacho porque se encuentra en un momento de declive, causa antipatías, todo lo que transmite es oscuro”, afirma la actriz Cristina Gàmiz, que interpreta a política del PP. “Pero esto al final me causa empatía. Me pongo en la piel de alguien que ha cometido ciertas irregularidades. Tengo un objetivo, paso por encima de la gente”, explica Gàmiz. A la actriz le gustaría tomar un café con la diputada y asegura que “no la juzga”. “Hay una pared de hormigón en su alma tapada con bolsos, buena cara, poder, y esto se le ha ido de las manos”, opina Gàmiz.

Anna Sabaté, que encarna a Álvarez, relata que han querido rehuir de la caricatura mostrando a través de las dos vidas de estas mujeres “cómo se está desmoronando el país”. “Hemos tenido libertad para jugar en un océano de exceso y voracidad”, dice Sabaté. Ella cree que la examante de Pujol Ferrusola es “increíblemente impúdica”. “Se siente traicionada, explota como una caja de Pandora. Busca protección porque estaba poniendo contra las cuerdas a la familia más poderosa de Cataluña. Está enamorada del hijo, es sincera y está convencida de que tiene una verdad y de que esta triunfará”, opina la actriz. El actor Pep Duran ejerce de hilo conductor de la obra, en la que se interpretan fragmentos de las casi cuatro horas de grabación filtrada a través de las redes sociales. Los diálogos se apoyan en proyecciones, la visualización de documentos y el repaso de noticias publicadas en prensa. Duran interpreta también a Pujol Ferrusola, a un camarero y a un detective.

Serrano dice que durante la preparación de la obra no ha recibido presiones, pero sí alguna llamada “curiosa”. Camargate se representará hasta el 29 de marzo dentro del Ciclo de Compañías Independientes de Barcelona organizado por el Tantarantana.