El TSJC da un nuevo revés a Artur Mas y allana la querella por el 9-N

Artur Mas ha recibido este viernes un nuevo revés político en una semana nefasta para su imagen y el proceso soberanista. El pleno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC)  desestimó los recursos que había presentado la Generalitat por la admisión de las querellas por un delito de desobediencia de diversas organizaciones contra el presidente de la Generalitat, la vicepresidenta Joana Ortega y la consejera de Enseñanza, Irene Rigau por la organización del 9-N. 

Son un total de seis resoluciones judiciales en idéntico sentido que no se pueden recurrir y que allanan el camino para la tramitación de la querella. Y uno de los primeros pasos que dará con toda probabilidad la justicia es imputar a Mas, Ortega y Rigau y llamarlos a declarar. Queda por ver en qué fecha se produce la citación.

Las autos conocidos ayer son el colofón de una semana en la que le han llovido a Mas varapalos desde diversos frentes. La lista se inició el pasado día 23, cuando Jordi Pujol Ferrusola le envió un claro mensaje en la comisión de investigación del Parlament. “Es muy amigo mío y cuando lo necesite sé que lo tendré”, proclamo el primogénito para rebatir las palabras de Mas, que en ese mismo escenario había dicho apenas dos semanas antes que solo había cenado una vez en su vida con él.

A las palabras de Pujol Ferrusola, imputado por fraude fiscal y evasión de capitales siguió el miércoles, día 25, la decisión del Tribunal Constitucional de anular parcialmente la ley de consultas y el decreto de convocatoria del 9-N. Era una decisión esperada, pero no por ello intrascendene, porque los argumentos de la Generalitat en defensa de sus posiciones fueron desestimados por unanimidad.

Y si no fuera poco con eso, el jueves, día 26, el Consejo de Garantías Estatutarias de la Generalitat hizo público un informe, también por unanimidad, en el que declara que cinco de las seis “estructuras de Estado” incluidas en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos que pactaron CiU y Esquerra, desbordan la Constitución y el Estatut. Nacionalistas e independentistas intentan ahora recomponer la situación para sacar las cuentas adelante, pero fue un revés en toda regla a la estrategia soberanista de Mas y Oriol Junqueras con la vista puesta en el 27 de septiembre, procedente, entre otros, de los juristas que propusieron sus partidos

Y a todas esas decisiones se sumó ayer el TSJC, que insiste en que Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau deben ser investigados por un delito de desobediencia supuestamente cometido al desentenderse de la suspensión de la consulta que acordó el Tribunal Constitucional el 4 de noviembre. Los jueces dicen además, que las investigaciones no se limitarán al período comprendido ese día y el 9 de noviembre, ni a la celebración de la consulta, sino a todos los hechos que estén relacionados, de alguna manera.

Con todo, el TSJC aclara que “no se inicia un proceso porque se sea responsable de un delito, sino para poder determinar con garantías si se es o no responsable”. Todas las querellas presentadas tras el 9-N se ha acumulado en una sola y ahora ejercerán la acusación, además de la Fiscalía, el sindicato ultraderechista Manos Limpias, los partidos UPyD y VOX, la Asociación Projusticia siglo XXI y el Sindicato Profesional de Policía.