Barcelona dotará con cámaras de vídeo a los coches de la Urbana
El primer teniente de alcalde asegura que no hubo maltratos por parte de los agentes que participaron en el 4-F
El Ayuntamiento de Barcelona no ve indicios de maltrato por parte de los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona a los detenidos el 4-F. El primer teniente de alcalde de Barcelona, Joaquim Forn, ha realizado esta afirmación contradiciendo así el informe presentado ayer por el Síndic de Greuges, que alertaba que al menos uno de los arrestados resultó herido mientras se encontraba custodiado. Pese a que no han encontrado indicios de maltrato, Forn ha anunciado medidas correctoras como la instalación de un sistema de grabación de vídeo y sonido en custodia y en traslado de detenidos, que la unidad de régimen Interno pase a depender en casos graves del área de gerencia (del ámbito político y no el policial) y constituir un comité de ética que elabore un informe anual tras estudiar y evaluar las quejas ciudadanas sobre las actuaciones del cuerpo.
El director de los servicios jurídicos del Ayuntamiento, Alfred Lacasa, ha sentenciado que el Ayuntamiento no puede pedir la revisión del caso 4-F ya que existen diversas sentencias firmes que aseguran que los detenidos aquella noche no sufrieron torturas y que, por otro lado, fueron condenados “por lanzar una piedra al agente que quedó parapléjico”.
Lacasa también ha querido dejar claro que los dos agentes condenados por torturas, por otros hechos que tuvieron lugar en septiembre de 2006, a los que se paga una pensión por invalidez, consiguieron esta incapacidad “sin que el Ayuntamiento haya participado en ningún momento ni en la baja ni en el diagnóstico de los dos exagentes”.
Trias: “En 2006 algunas cosas no se hacían bien”
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha reconocido durante un almuerzo coloquio de la asociación soberanista Moment Zero en el Born Centro Cultural que el informe realizado por el Ayuntamiento sobre el 4-F demuestra que “en 2006 algunas cosas, no todas, no se hacían como debían hacerse”.
El alcalde se ha mostrado partidario de sancionar a los agentes de la guardia urbana que actúen violentamente y de agentes que ejerzan desde "la autoridad, no el autoritarismo"
Trias ha recordado que lo primero que hizo al llegar a la alcaldía fue cambiar al jefe de la guardia urbana, Xavier Vilaro. El primer edil ha asegurado que no fue por casualidad sino que “tenía un planteamiento con el que no estoy de acuerdo”.
Forn, Lacasa y el gerente del área de Prevención, Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Delort, han criticado el informe del Síndic. Forn, también ha contrarrestado las voces que aseguran que la Guardia Urbana acumula denuncias por malos tratos. En los últimos cinco años, ha dicho, se han practicado 33.000 detenciones de las que solo 24 han originado una denuncia por malos tratos. Once de ellas están archivadas y 10, pendientes de juicio.
A pesar de defender la actuación de la urbana esa noche, y la del propio Ayuntamiento, Forn ha lamentado la desaparición del libro de detenidos donde figuraban los movimientos de los detenidos. Y ha prometido no cesar la investigación.
La batería de medidas correctoras que va a impulsar el ayuntamiento son la instalación de un sistema de grabación de vídeo y sonido en custodia y en traslado de detenidos, que la Unidad de Régimen Interno pase a depender en casos graves del área de gerencia _ el ámbito político y no policial- y constituir un comité de ética que elabore un informe anual tras estudiar y evaluar las quejas ciudadanas sobre las actuaciones del cuerpo.
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