La defensa ve a Cabieces “daño colateral de una guerra ajena”
Critica a Kutxabank por no comprobar los servicios hechos
La defensa del exdelegado del Gobierno en el País Vasco Mikel Cabieces ha afirmado que los pagos que le realizó Kutxabank a su cliente estaban "justificados" por los servicios jurídicos que prestó a la entidad y ha afirmado que el exalcalde socialista es un "daño colateral de una guerra ajena a él", según han informado a Europa Press fuentes de la representación legal de Cabieces.
La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Bilbao, Ana Isabel Álvarez Fernández, ha incoado diligencias previas después de que la Fiscalía le trasladara la denuncia de Kutxabank por supuestas irregularidades durante el mandato de Mario Fernández.
La juez ha citado a declarar como imputados para el 12 y 13 de marzo al expresidente de la entidad, Mario Fernández, a Mikel Cabieces y al abogado Rafael Alcorta por los pagos supuestamente irregulares, por importe de 243.592 euros, del banco vasco al exdelegado.
Esos pagos se gestionaron a través del despacho de abogados de Rafael Alcorta a través de un incremento del acuerdo de 'iguala' que ya mantenía la entidad con el bufete. Esta decisión vino motivada, según ha explicado el propio Mario Fernández, por la petición que recibió de un dirigente del PP vasco de buscar una salida laboral a Cabieces.
La defensa de Mikel Cabieces ha indicado que, en este caso, resulta "sorprendente" que Kutxabank haya dado "por supuesto" que no había un trabajo que compensase el dinero que abonaba el banco en la iguala, sin "ni siquiera molestarse en llamar al señor Alcorta para preguntar si Mikel Cabieces ha prestado o no los servicios jurídicos".
A su juicio, el banco está "presumiendo" que ha habido un perjuicio cuando, en la propia auditoría interna, no se ha realizado la "mínima diligencia" para comprobar si fue así. "No es un señor que iba todos los días uno de cada mes para cobrar 5.000 euros y se marchaba", ha apuntado.
La defensa de Cabieces ha asegurado que había un servicio jurídico prestado por el exdelegado que "justificaba" esos pagos, y ha añadido que el banco tampoco se dirigió en ningún momento al exdelegado del Gobierno para preguntarle si había realizado los trabajos.
La representación legal ha señalado que se podrá discutir o "polemizar" sobre si era "mucha o poca" la cantidad percibida por Mikel Cabieces, pero "arrancar de la presunción de que recibió un dinero a cambio de nada, es realmente sorprendente y no es real". "Además, hay documentación", ha precisado.
Por lo tanto, considera que, en realidad, Cabieces es "un daño colateral de una guerra ajena a él". A su juicio, no van "contra" el exdelegado, sino que "Cabieces se ha puesto en la línea de fuego en una guerra que no tiene nada que ver con él". "Algo interno de Kutxabank ha generado una guerra", ha manifestado.
Atribuye el aumento de la iguala al incremento de trabajo en Alcorta
La defensa de Cabieces ha afirmado que el aumento de la iguala con el despacho de Alcorta vino motivado por el incremento de la carga de trabajo que se produjo y que se debía a tres factores principalmente. El primero de ellos sería el aumento en el volumen de trabajo tras la fusión de las tres cajas vascas y, en concreto, en materia de plantilla, que generó un incremento de reclamaciones de movilidad de los empleados.
También se produjo un aumento de la carga de trabajo por las reclamaciones que se produjeron tras la modificación legal sobre las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSVs). A ello también se unió el trabajo derivado tras la adquisición de CajaSur.
La defensa de Mikel Cabieces ha asegurado que lo que alega Kutxabank en este caso es que, dos meses después de que el exdelegado del Gobierno empezara su labor, el abogado Rafael Alcorta, "en una conversación de pasillo", dijo que Cabieces estaba "un poco verde", al preguntarle alguien en el banco por cómo veía su trabajo.
"No te puedes basar en una conversación de pasillo de hace prácticamente tres años para decir que no ha habido una aportación de trabajo. Nunca jamás llamaron al despacho para quejarse", ha indicado la representación legal del exdelegado, que ha añadido que, si Cabieces hubiera sabido que no estaban contentos con su trabajo, habría dejado la relación laboral con el cliente.
Sobre el modo en el que se produjo la contratación de Mikel Cabieces, ha explicado que, tras abandonar su responsabilidad como delegado del Gobierno, le ofrecieron un trabajo dentro de la política fuera de Euskadi "como usualmente se hacía porque había que distanciarles geográficamente del lugar donde habían ejercido el cargo".
Sin embargo, por razones personales, Cabieces no quería abandonar Euskadi y, según su representación legal, optó por abrir en Portugalete un despacho de abogados y fue, al cabo de un tiempo, cuando le llamaron por teléfono para plantearle llevar asuntos del banco mediante una colaboración con el despacho de Rafael Alcorta.
La defensa del excalde socialista ha afirmado que no tiene por qué "dudar" de la versión de Mario Fernández de que fue alguien del PP vasco le llamó para buscar una salida laboral al exdelegado. "Alguien llamaría a Mario y, si dice que fue un dirigente del PP, será así", ha precisado.
Según su relato, inicialmente le trasladaron a Mario Fernández si había alguna posibilidad de que Cabieces trabajara dentro de la entidad, pero al expresidente "no le gustó la idea" y solicitó a "mandos intermedios" del banco que se encargaran de buscar alguna otra opción.
A partir de ahí, según ha explicado la defensa del exalcalde, es cuando surgió la idea de aumentar la iguala del despacho de Rafael Alcorta. Finalmente, se optó por esa opción y Cabieces alquiló un despacho cercano al de Alcorta. Por lo tanto, ha afirmado que se le buscó una salida "laboral", pero "para ejercer una profesión", no para "no pegar un palo al agua".
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