Mas activa el congreso de CDC para pasar página a los casos de corrupción
La intención de los convergentes es enterrar todos los vínculos con el pujolismo
Convergència Democràtica ha decidido comenzar a fijar el calendario para la “refundación” del partido apremiada por los escándalos de corrupción que salpican a la formación de Artur Mas. La dirección de CDC se reunió ayer para fijar las bases sobre las que quiere reformular la estructura del partido en un intento de marcar distancias con su fundador, Jordi Pujol. El partido lo hizo precisamente el mismo día en que este declaraba en la comisión de investigación de fraude fiscal en el Parlamento. La idea de CDC es materializar los cambios en un congreso que se celebrará entre diciembre de este año y febrero de 2016.
La ejecutiva se reunió ayer de forma extraordinaria, y sin ofrecer después la habitual conferencia de prensa, para concretar los aspectos de la refundación. El coordinador de CDC, Josep Rull, defiende que la formación debe convertirse en “un partido nuevo para un país nuevo”, en referencia al proceso soberanista.
Unió vuelve a desmarcarse
El secretario general de Unió, Ramon Espadaler, volvió a rechazar este lunes escenarios unilaterales, porque no concibe el proceso soberanista “sin una base mínima de acuerdo” con el Gobierno, y avisó de que no permitirá que se diluya la esencia de su partido durante la negociación de la hoja de ruta. Por esta razón apostó por hacer política “profundamente realista y desde el diálogo”.
En una entrevista en TV-3, Espadaler defendió que la consulta interna que harán los democristianos no será para contar cuántos independentistas hay en el partido, sino para acordar una hoja de ruta propia para después de las elecciones del 27 de septiembre, con la voluntad.resto de fuerzas soberanistas, entre ellas su socio de federación, CDC.
En este sentido, subrayó que Unió quiere “sumar” pero sin diluirse como partido, porque “el precio de la suma” no puede ser “renunciar a ser Unió”.
La propuesta que ayer perfiló la dirección la elevará ahora al Consejo Nacional del partido, que se celebrará el 7 de marzo, en el que, si es aprobada por los consejeros, se dará formalmente el pistoletazo de salida del proceso de refundación de CDC. El proceso tendrá tres ejes básicos: el nacional, con el horizonte de la independencia de Cataluña; el ético y el económico y social.
La gran prioridad de Convergència es pasar página a los escándalos de corrupción que están minando la formación y que no se circunscriben solo al escándalo que está protagonizando la familia Pujol. La duda en el seno de Convergència es hasta qué punto habrá un cambio en las caras de la dirección, habida cuenta que Artur Mas quiere seguir al frente del partido si los resultados electorales acompañan. En este sentido, el calendario del congreso se ha diseñado expresamente para que este debate se celebre no solo después de las elecciones municipales y autonómicas, sino también de las generales, previstas para finales de este año. La idea de la cúpula nacionalista es incorporar caras nuevas, procedentes sobre todo de los ayuntamientos y de las juventudes del partido. Algunos sectores del partido también están presionando para que algunos dirigentes históricos den un paso atrás para favorecer esta renovación. El consejero Felip Puig ya insinuó meses atrás que podría estar pensando en dejar la política.
El Congreso también servirá para evaluar la apuesta independentista que el mismo foro hizo hace cuatro años y que significó abandonar muchas de las ambigüedades en las que se había movido CDC desde su fundación por Jordi Pujol.
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