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Siete años de cárcel para el exgestor de la cooperativa PSG

Los afectados vencen con una sentencia histórica tras siete años de lucha

Patricia Ortega Dolz
Protesta de afectados por la cooperativa PSG ante el Ayuntamiento de Getafe, en 2010.
Protesta de afectados por la cooperativa PSG ante el Ayuntamiento de Getafe, en 2010.Samuel Sanchez

Han sido siete años de reivindicaciones, de reclamaciones de justicia a las puertas del Ayuntamiento de Getafe o en la Puerta del Sol, de esperanzas perdidas y recuperadas pero, al final, han ganado. Los 1.800 jóvenes cooperativistas que en 2003 soñaron con tener una vivienda de protección oficial en los terrenos conocido como Los Molinos-Buenavista de Getafe vieron el pasado martes —12 años más tarde— el fruto de sus protestas.

Cobraba 198.000 euros al mes como honorarios por sus servicios

Les terminarán de devolver los entre 24.000 y 31.000 euros que adelantaron —además de 10.000 euros por daños morales— por unas casas que nunca se construyeron. Y al estafador, el antiguo gestor de la empresa Propietarios de Suelo de Getafe (PSG), David Moreno Pingarrón, lo verán entre rejas por un largo tiempo. La Audiencia provincial de Madrid le condenó el martes a siete años y seis meses de prisión por un delito de estafa continuada, estipulada en un valor total de más de 60 millones de euros.

“Nos quitaron todos los ahorros”

P.O.D.

En cientos de ocasiones pensaron que todo estaba perdido. De hecho, reconoce Óscar Murcia, el presidente de la Asociación Unión de Ex-Cooperativistas PSG: “Si nos llegan a decir hace unos años, cuando estábamos desesperados, que nos devolvían la mital del dinero invertido —en su caso 31.000 euros—, muchos habríamos aceptado con los ojos cerrados”.

Aguantaron. Se unieron. Conocieron casos similares a los suyos. Casos dramáticos: “Ha habido intentos de suicidio, parejas rotas porque se echaban la culpa mutuamente por haber perdido el dinero, familias arruinadas, gente joven con el futuro hipotecado antes de empezar a vivir”, cuenta Murcia.

Todos creyeron en un principio en las palabras —y los planos— que les enseñaba David Moreno Pingarrón, hoy en prisión. “Era un chico de nuestra edad, conocido en todo el pueblo, parecía solvente, nadie dudó y nos dejamos llevar por la ilusión”, recuerda. “Nadie pensó que nos iba a quitar los ahorros de años durante una década”.

El engaño duró tres años de pagos de cuotas de entre 250 y 350 euros —aparte de los 14.000 euros de la entrada—. Y el daño es, en la mayor parte de los casos, “irreparable”.

Casi todos, mientras se desarrollaban los procesos judiciales —civiles y penales—, han tenido que volver a empezar. En el caso de Murcia, sigue viendo de alquiler en Getafe, pero “hay familias que siguen pagando los intereses a los bancos de los préstamos que pidieron”, asegura.

La suma de denuncias y los procesos ganados fueron animando a los 2.400 cooperativistas —contando los 600 de Móstoles— a acudir a los tribunales a reclamar lo que era suyo, los ahorros de una vida para empezar otra. La sentencia condenatoria de la Audiencia Provincial pone un final feliz a años de desesperanza y lucha.

Las sospechas de los cooperativistas —que entregaron 14.000 euros con la firma del contrato y pagaban cuotas de entre 250 y 350 euros todos los meses— comenzaron en 2008, cuando fueron conscientes de que los terrenos donde supuestamente iban a construirse sus viviendas estaban hipotecados. “Los honorarios, en concepto de servicios del gestor, eran de 33 millones de las antiguas pesetas —198.000 euros— mensuales”, recuerda Óscar Murcia, uno de los afectados y actual presidente de la Asociación Unión Ex-Cooperativistas PSG (UNEXCO-PSG), una de las primeras que se constituyó a medida que algunos se daban de baja del proyecto. “Moreno Pingarrón decidió hipotecar los terrenos para seguir cobrando su sueldo y llevó a la cooperativa a la quiebra”, recuerda, ahora que sigue viviendo en Getafe con su mujer y su hija en una casa de alquiler.

Antes, el hoy condenado, un mediador inmobiliario de una conocida familia —“los Moreno”— del municipio madrileño, les enseñó planos de cómo serían sus viviendas, creó dos cooperativas distintas para cada una de las promociones, metió publicidad en el Getafe Fútbol Club y hasta sponsorizó a Fernando Alonso cuando el piloto asturiano era el rey de la Fórmula 1. Él, que a sus treinta y tantos, creyó ver un negocio redondo en el sector inmobiliario tras observar los planes de desarrollo aprobados por el ayuntamiento getafeño y la Comunidad de Madrid en la zona, puso al frente —como presidentes y secretarios— de sendas cooperativas a sus propios empleados de confianza. Pero donde creyó ver a la gallina de los huevos de oro, encontró su ruina.

Lo peor es que arrastró consigo a 2.400 personas, entre las promociones de Getafe y Móstoles (con 600 afectados más). La mayor parte de ellas jóvenes ahorradores que un día creyeron en la posibilidad de tener una vivienda propia en el barrio o la zona donde habían crecido. El caso PSG, como ha terminado conociéndose, se ha convertido en una estafa inmobiliaria masiva histórica, junto a otros famosos, como la PSV.

Se calcula que el importe total de la estafa es de más de 60 millones de euros

La aseguradora del caso, HCC Europe, de capital americano, tendrá que devolver —ya lo ha hecho en algunos casos— las cantidades adelantadas por los cooperativistas, más intereses, y otros 10.000 euros por daños morales a cada uno de los afectados, lo que en total podría suponer un importe de más de 60 millones. Todavía hay aproximadamente 600 afectados que no han ido a juicio.

“Nunca me metí a juicio porque jamás pensé que fuera a haber justicia. Di ese dinero por perdido. Pero quiero dar las gracias a todas las asociaciones que han luchado todos estos años porque hoy podamos recuperar nuestro dinero”, decía otro de los afectados. Aún hoy hay muchas personas que continúan pagando los intereses por aquellos préstamos que solicitaron en su día para dar la entrada de una vivienda que nunca vieron construida. Otros, con otras cooperativas, corrieron mejor suerte y viven hoy en esos terrenos de Los Molinos y Buenavista.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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