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Los conselleiros entran en campaña electoral arropados por la Xunta

Feijóo confía en aprovecharse de una "oposición más dividida que nunca"

Xosé Hermida
Jesús Vázquez (centro) junto al obispo y al deán de Ourense
Jesús Vázquez (centro) junto al obispo y al deán de Ourense

Tanto empeño ha puesto Alberto Núñez Feijóo en la batalla de las elecciones municipales del próximo mayo que no le ha importado sacrificar su gabinete para reclutar candidatos. Primero fue en junio, con la salida de la Xunta de uno de sus puntales, Agustín Hernández, en un intento desesperado por salvar la alcaldía de Santiago. Y ahora Feijóo prescinde de los conselleiros de Facenda, Elena Muñoz, y de Educación y Cultura, Jesús Vázquez, con el fin de reanimar las posibilidades electorales del PP en Vigo y en Ourense. “Estamos demostrando que vamos en serio”, manifestó ayer el vicepresidente de la Xunta y número dos del PP gallego, Alfonso Rueda. “Nosotros no ponemos a cualquiera”, remachó Feijóo.

 El Gobierno gallego está en campaña y con cierta sensación de interinidad a la espera de la remodelación que, como mínimo, deberá cubrir las vacantes en Facenda y Educación en las próximas semanas. La Xunta es el trampolín que emplea la dirección del PP para salir airosa del desafío electoral de mayo, y los nuevos conselleiros-candidatos se han estrenado sacando provecho a esa proyección institucional. Ambos programaron ayer actos en sus respectivas ciudades, pero no para presentarse como candidatos del partido sino para ejercer como miembros del Gobierno. La conselleira de Facenda incluyó en su agenda institucional una visita a una exposición en el Museo do Mar de Vigo con cobertura fotográfica a cargo de la Xunta. Jesús Vázquez visitó una feria en Ourense y se entrevistó con el obispo de la ciudad a fin de comprometer 300.000 euros de su departamento en mejoras para la catedral. Desde hace meses, la Xunta y el propio Gobierno central han prodigado también los gestos de respaldo y las promesas de inversiones en Santiago para arropar a Agustín Hernández.

Las encuestas conocidas en las últimas semanas apuntan a que el PP afronta enormes dificultades para lograr la mayoría absoluta en las siete principlaes ciudades, incluidas las tres que gobierna, A Coruña, Santiago y Ferrol. Pero la debilidad de socialistas y BNG, así como la confusión que todavía rodea las candidaturas populares en las que podrían confluir Podemos y la izquierda alternativa, componen un escenario muy poco predecible. A ese asidero se agarra el PP, como admitió ayer Feijóo en una convención electoral en A Coruña. “Tenemos que sacar mayorías”, avisó el presidente, para quien su mejor baza es que “la oposición está más dividida que nunca”. Feijóo dedicó buena parte de su discurso a cargar contra Podemos y a defender que los votantes del PP son gente como marineros o ganaderos a los que no se les puede llamar “casta”. En su esfuerzo por alejar de su partido las sombras de la corrupción, el presidente devolvió los ataques a todos sus rivales políticos: “Se presentan como los más limpios de todos y resultan que son los más sucios de todos”.

En las filas socialistas, confiadas sobre todo en la popularidad de Abel Caballero en Vigo, la designación de los conselleiros como candidatos ha sido acogida con tranquilidad. “Es imposible que el PP gane en Vigo y Ourense”, sentenció el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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