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Demantelada la red del ‘shabú’, “la droga de los filipinos”

La policía detiene a 29 personas en Madrid dedicadas a distribuir un estupefaciente sintético consumido tradicionalmente en Filipinas

Patricia Ortega Dolz

Trabajaban toda la noche, más allá del alba. Sus sitios preferidos eran las calles de Montera y Bravo Murillo, zonas frecuentadas por otros compatriotas filipinos aficionados a las salas de juego y al shabú, una droga sintética, conocida y consumida tradicionalmente en Filipinas, que desde hace años recorre el mundo con el sobrenombre de “la droga de los pobres”. La policía ha detenido a en Madrid 29 personas dedicadas a su distribución.

Según fuentes de la investigación, que ha desarrollado el Grupo III de Organizaciones Criminales Transnacionales y el Grupo II de Crimen Organizado de la UDYCO Central, las labores de menudeo las asumían los ciudadanos de origen filipino —“todos con permiso de residencia y algunos con nacionalidad española”—, pero los capos eran de origen nigeriano y dominicano, residentes en Fuenlabrada.

Las investigaciones, iniciadas en el mes de junio pasado, han concluido con la detención de todos los miembros de la red, después de que los policías localizaran y asaltaran seis domicilios en Madrid, que no sólo eran utilizados como puntos de venta, sino que además se empleaban para manipular la sustancia estupefaciente, y también eran utilizados para su consumo.

“Cerdo” o “bulto”

“Cerdo” o “bulto” era la manera en la que los traficantes se referían a las pequeñas dosis de estupefaciente --—con el aspecto de pequeños cristales—, cuyo precio oscilaba entre 20 y 200 euros. El modus operandi era común para todos. Una vez que recibían una llamada telefónica de cualquier comprador, si no disponían de la droga la conseguían a través de terceros, ajustando el precio según el cliente del que se tratase. Incluso, en determinadas ocasiones, las ventas se hacían a domicilio.

Algunos de los vendedores callejeros fueron detenidos con varios paquetes de pañuelos de papel y bolsas de comida en los que ocultaba la droga, que llegaba periódicamente a Madrid procedente de Barcelona y Zamora.

En total la policía ha intervenido 427 gramos de shabú, 52 terminales telefónicos y 48 tarjetas de telefonía, dos pistolas, diez cartuchos de distintos calibres y diversos útiles para la manipulación y consumo de la sustancia estupefaciente. No obstante, los traficantes tuvieron tiempo de deshacerse de gran parte de la mercancía mientras los agentes trataban de tirar abajo las puertas blindadas de los domicilios en los que la escondían y desde los que ya salían correos camino de Ibiza y Palma de Mallorca.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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