“Puedo garantizar que jamás puse la mano. Y nunca tuve la tentación”
El exconcejal socialista del Ayuntamiento de Sevilla está imputado en el 'caso Madeja'
La juez Mercedes Alaya achaca al exconcejal socialista Manuel Gómez Lobo (Sevilla, 1944) que reclamara mordidas de entre 30.000 y 60.000 euros para financiar al PSOE de Sevilla desde 2006 hasta 2009. El exedil de Vía Pública exigió estos sobornos a la empresa Fitonovo como contraprestación al incremento de su facturación en el Ayuntamiento hispalense, según la investigación de la Guardia Civil. Ésta es una de las claves del caso Madeja, que la magistrada basa en el testimonio del dueño de Fitonovo, Rafael González, y su archivo de la caja B. Gómez Lobo niega la mayor, rebate la acusación del empresario, y asegura que se reunió con él una sola vez para tratar sobre los naranjos que adornan las calles de la capital andaluza.
Mientras Gómez Lobo dirigía el área municipal con el que contrataba Fitonovo, uno de sus hijos trabajaba como peón para la firma. Sin embargo, el exedil rechaza que fuera una anomalía, ni siquiera moral.
Pregunta. La juez le acusa de recibir de Fitonovo 158.700 euros en reuniones periódicas en el restaurante Langostinos Maera. ¿Cómo se lo explica?
Respuesta. Pues mire usted, no lo sé. Porque cuando la Guardia Civil le enseña fotografías al dueño del restaurante y le pregunta que reconozca a Gómez Lobo, firma sobre una fotografía que no era yo. Esto no tiene volumen para meterme a mí sin comerlo ni beberlo.
P. Pero las acusaciones de cohecho y financiación ilegal del PSOE e IU forman parte de la instrucción del caso.
R. Lo ignoro por completo. Pero le puedo garantizar que jamás puse la mano. Y nunca tuve la tentación.
P. ¿Qué puede mover a un empresario a incriminarle en un cohecho, cuando esto supone una previsible condena para él?
R. No lo sé. Si a mí me ofrece un empresario algún soborno bajo cualquier tipo de presión, lo hubiera denunciado ante las autoridades (...) Es una guarrada que no estoy dispuesto a aceptar.
P. ¿Ve alguna inconveniencia en que Fitonovo contratara a su hijo mientras usted era concejal de Vía Pública?
R. Mi hijo echó solicitudes en 80.000 empresas y entró de peón y le hicieron un contrato hasta diciembre de 2013 cuando cerró la empresa.
El contrato de mi hijo no era elemento para favorecer a la empresa Fitonovo, dice el exconcejal
P. Es una casualidad que su contrato coincidiera con la subida de facturación de Fitonovo con el Ayuntamiento…
R. ¡Es que no sé si eso es verdad!
P. Está confirmado.
R. Pero yo no sé si se aumentó la capacidad y contratación.
P. ¿Lo volvería a hacer?
R. Sin ninguna duda.
P. Por lo tanto no ve usted ninguna inconveniencia, ni siquiera de tipo moral.
R. Para mí no. Porque yo sé cómo soy y cómo son mis hijos. Si mis hijos consideraban que debían trabajar, ¿por qué no iban a trabajar? Lo vi tan normal [el fichaje de su hijo], que para mí no era un elemento para favorecer a la empresa. Esa no es mi forma de ser y no lo haría.
P. ¿Entiende que haya ciudadanos que no compartan su punto de vista y crean que esas empresas no deben contratar a familiares de cargos públicos para evitar susceptibilidades?
Si un empresario me ofrece algún soborno, lo habría denunciado, afirma el exedil
R. Es que no sé. Me está usted preguntando algo que primero debía habérmelo preparado con más información de la que tengo.
P. Le he preguntado si entiende que haya ciudadanos que ven irregulares esas contrataciones de familiares.
R. Siempre que se haga de manera honesta y honrada, no habría ningún inconveniente.
P. ¿Y cómo medimos ese comportamiento?
R. Con las distintas responsabilidades del cargo público.
P. ¿Y en qué se traduce eso?
R. En que si la persona es honesta y está trabajando honestamente, ¿por qué se le tienen que cerrar las puertas a sus hijos para trabajar?
P. La Guardia Civil ve acreditado que Fitonovo pagó las obras de la sede del PSOE en el distrito Macarena que usted dirigía.
R. Le digo que es rotundamente falso, Fitonovo no pagó nada.
P. ¿Quién las pagó entonces?
R. El comité de la agrupación acordamos hacer una obra para limpiar la agrupación y la gente de allí me dijo que firmara un talón para la empresa que había hecho la obra. Y esa empresa es Klevin [una filial de Fitonovo]. Es Klevin, nunca Fitonovo, y por tanto pagué porque la agrupación la había mandado a trabajar. Yo como secretario político de la agrupación me hice cargo de la situación y por tanto pagué.
P. La juez matiza incluso que la facturación se hizo desde Klevin para “maquillar la operación” y evitar mencionar a Fitonovo.
R. ¡Qué no lo sé! Eso es lo que dice la Guardia Civil, yo no lo sé. Yo sé que tengo firmado el expediente y un talón.
P. ¿Le recriminó a Domingo Enrique Castaño [su subalterno] que fuera contratado por la constructora Sando poco después de ejercer como director de Vía Pública y responsable de las obras de la ciudad? ¿Le parece correcta esa puerta giratoria?
R. Si el tío es honrado y se comporta como debe de comportarse y es responsable… Ahora, si falla la responsabilidad…
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