Susana Díaz zanja el debate sobre su candidatura a las primarias del PSOE

¿Por qué ahora? ¿Por qué Susana Díaz está a punto de firmar el decreto de convocatoria electoral en Andalucía para el próximo 22 de marzo y adelantar casi un año el calendario? En la decisión que previsiblemente anunciará este lunes la presidenta de la Junta de Andalucía han pesado las discrepancias con sus socios de Gobierno, Izquierda Unida, que considera inasumibles, y la desconfianza creciente entre las dos fuerzas. Pero para tomar una decisión así, Díaz ha valorado un amplio abanico de pros y contras.

Uno de los riesgos analizados es que el posible adelanto se interprete como un primer paso para competir en las primarias socialistas de julio para elegir candidato a la presidencia del Gobierno. Ayer mismo, en un acto con candidatos municipales del PSOE andaluz, volvió a usar el símil del tren para zanjar la especulación de que podría acudir a las primarias, a las que ya ha anunciado que concurrirá el secretario general, Pedro Sánchez. “El único tren que quiero coger es el de Andalucía”, afirmó Díaz.

“Tendremos la confianza en las urnas”, dice la presidenta

Varias fuentes consultadas apuntaron que, con esta frase, Díaz intenta frenar este debate, que ya está siendo empleado por los demás partidos. “El mensaje está claro, su prioridad es Andalucía”, señala un dirigente próximo a la presidenta de la Junta.

Otras fuentes suman además una clave personal a la decisión de Díaz de dejar en un segundo plano las primarias socialistas: en julio, fecha en la que se celebrará la consulta para elegir candidato, nacerá su primer hijo.

Entre los factores que ha valorado a favor del adelanto, Díaz, la dirigente del PSOE con más poder institucional y con más influencia orgánica, ha analizado encuestas que le dan una victoria clara, aunque lejos de la mayoría absoluta; la debilidad de sus adversarios políticos y el hecho de que Podemos, la fuerza que dirige Pablo Iglesias y que amenaza con romper el bipartidismo, no tenga aún una estructura definida en Andalucía.

A estos factores políticos para precipitar las elecciones, fuentes del Gobierno autónomo suman el económico. Los datos que maneja la Consejería de Economía apuntan a una ligera mejoría de la actividad en los próximos meses. “Quiere un Gobierno fuerte y que nada lo lastre”, señalan fuentes del Ejecutivo.

Díaz debe decidir sobre los tres consejeros de Izquierda Unida

En el acto con candidatos de este sábado, que tenía los ingredientes de una precampaña, Díaz siguió sin dar por cerrada definitivamente su decisión, pero lanzó mensajes que dan por seguro el anticipo. “Vamos a tener la confianza de los andaluces en las urnas porque saben que para nosotros lo primero son los intereses de Andalucía”, dijo.

La previsión es que tras el pleno extraordinario del Parlamento andaluz que se celebra el lunes a partir de las once de la mañana haya también un Consejo de Gobierno extraordinario para deliberar sobre el adelanto electoral, una obligación que regula el Estatuto de Autonomía. La previsión es que tras esta reunión del Gobierno, la última de la novena legislatura andaluza, Díaz comparezca para explicar la disolución de la Cámara andaluza y la convocatoria electoral.

La presidenta de la Junta se ha comprometido con el líder de IU, Antonio Maíllo, a comunicarle a él primero la decisión definitiva del adelanto electoral. Díaz y Maíllo no han tenido nunca buena sintonía, lo que ha debilitado la interlocución entre los socios en la Junta.

La escenificación de la ruptura del Gobierno de coalición que trenzaron PSOE e IU en 2012 es ahora una de las principales preocupaciones de las dos fuerzas políticas. Los socialistas no quieren que los puentes queden completamente rotos porque un escenario posible es que después de las elecciones vuelvan a necesitar a Izquierda Unida para tener estabilidad en el Gobierno autónomo. Fuentes del PSOE subrayan que en los últimos días está habiendo conversaciones en distintos niveles para que la fractura con la federación de izquierdas no sea traumática.

En este sentido, hay un elemento que aumenta la incertidumbre. La constitución del nuevo Gobierno andaluz coincidirá con la precampaña y campaña de las elecciones municipales de mayo, un momento poco propicio para cerrar pactos. Una opción que baraja el PSOE es cerrar un pacto global, autonómico y en los Ayuntamientos, tras la celebración de las elecciones municipales.

IU, por su parte, no quiere aparecer como corresponsable del fin de la legislatura e intenta endosar a sus socios de Gobierno toda la carga de la ruptura. Los dirigentes de la federación sostienen que los elementos de tensión que argumentan los socialistas, fundamentalmente el referéndum que podría convocar IU entre su militancia para salir del Gobierno en verano si no se aprueban determinadas leyes, son solo “excusas”. El portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, aseguró ayer que si había adelanto sería “por el cálculo personal y electoralista” de la presidenta andaluza.

El lunes, si hay adelanto, Díaz tendrá que ver qué hace con los tres consejeros de IU que forman parte de su Gobierno. Los tres han decidido continuar hasta la convocatoria electoral, según ha acordado la federación, por lo que es posible que Díaz firme su orden de cese. Sus competencias serían asumidas por consejeros socialistas.