Quiroga llega a la convención nacional con la pugna abierta en dos frentes

Los plazos se agotan sin que la dirección del PP vasco haya conseguido hasta la fecha resolver la crisis que vive por la designación de sus candidatos a las elecciones municipales y forales en Gipuzkoa y Bizkaia. Es la única formación —salvo Podemos, en pleno proceso de constitución en Euskadi— que aún no tiene decidido su plantel electoral, lo que está alimentando las disputas internas y enrareciendo peligrosamente el ambiente en sus filas. El partido que preside Arantza Quiroga llega en esta situación, con un conflicto abierto en los dos territorios, a la convención nacional que el PP celebra este fin de semana en Madrid, una de las citas clave para los populares en pleno periodo preelectoral.

El PP vasco acude al cónclave con la tarea pendiente de concretar quiénes encabezarán las listas populares a los Ayuntamientos de Bilbao y San Sebastián y a las Juntas Generales de Bizkaia y Gipuzkoa. Quiroga, que aún no ha cumplido un año en el cargo, se había propuesto anunciar los principales candidatos en otoño pasado, pero se encuentra con que, a una semana de febrero y por razones diferentes en cada provincia, no ha conseguido el respaldo suficiente para sacar adelante la renovación que prometió.

Los candidatos de su partido, dijo Quiroga en una intervención reciente, deben “adecuarse a la nueva forma de hacer política que demanda el sentir de la calle”. Con ese mensaje quiso trasladar a los suyos que se iban a producir cambios en las listas, sobre todo en Gipuzkoa, donde se ha encontrado con una fuerte resistencia de los cargos del partido en este territorio y de su presidente, Borja Sémper. En contra del criterio de este último, Quiroga no quiere que Ramón Gómez y Juan Carlos Cano repitan como aspirantes a la alcaldía donostiarra y a diputado general de Gipuzkoa, respectivamente.

En el tira y afloja que mantienen ambos sectores, estos han reaccionado autoproclamándose candidatos —Cano dio por hecho el pasado jueves que iba a repetir—, lo que ha generado “un gran malestar en Génova”, según fuentes del partido. Gómez confesó este miércoles a este diario estar “muy tranquilo” con su futuro porque cuenta, asegura, con “el apoyo de todo el partido en Gipuzkoa” para ser de nuevo el número uno en San Sebastián. “Aquí [en Gipuzkoa] no se ha consultado a las bases sus preferencias”, afirma un edil.

Oyarzábal pide el voto “moderado” del PNV y de UPyD y Ciudadanos

La controversia abierta en Bizkaia responde a motivaciones diferentes. El partido decidió reubicar a su portavoz en el Ayuntamiento Bilbao, Cristina Ruiz, en el Parlamento y suplirla de forma transitoria por Beatriz Marcos, aunque finalmente podría ser la elegida para ser cabeza de cartel en la capital. En las Juntas vizcaínas se ha producido un relevo mucho más traumático tras apartar por indisciplina a Esther Martínez, portavoz en la Cámara provincial y anterior candidata, para quien tampoco hay un recambio claro. La “falta de banquillo” en Bizkaia, sostienen cargos de la formación, está dificultando la renovación que se ha propuesto la dirección regional.

En todo caso, Quiroga ha trasladado internamente que las decisiones “se adoptarán en última instancia en el comité electoral nacional, con el respaldo de la ejecutiva vasca”. “La última palabra la tiene Madrid”, añaden. “Por más que Esperanza Aguire tenga el poder absoluto en Madrid, en ningún caso puede autodesignarse candidata a la alcaldía de Madrid”, argumentan en el partido para descartar la vía de la consulta a la militancia.

El panorama, en cambio, está completamente despejado en Álava al estar fuera de duda el liderazgo de Javier Maroto y Javier de Andrés. Precisamente, ante los próximos comicios, el director de la campaña electoral del PP alavés, Iñaki Oyarzábal, pidió este miércoles el voto para su partido de los simpatizantes “moderados” del PNV y de los votantes de UPyD y Ciutadans ante el “riesgo” que puede suponer “una Bildu con apoyos de nuevos populismos”.