Condena al Catsalut por lesiones a un bebé durante el parto

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha condenado al Servicio Catalán de la Salud (Catsalut) a indemnizar a una familia por las lesiones que sufrió un bebé durante el parto en el hospital de Sant Pau de Barcelona en noviembre de 2008. El fallo judicial obliga al Catsalut y a la aseguradora Zurich a pagar 213.634 euros a la familia del menor.

Según la asociación Defensor del Paciente, encargada de la defensa de la familia, el daño en el menor se produjo como consecuencia de “un retraso inexplicable” de hasta ocho horas al diagnosticar una malformación uterina en la madre que elevaba el riesgo del parto de medio a muy alto y, posteriormente, por “una deficiente utilización del fórceps” en el alumbramiento, que lesionó el plexo braquial del bebé, situado entre el cuello y la axila.

La sentencia esgrime que hubo “una mala catalogación del riesgo del parto”, ya que, “al existir un problema de malformación uterina”, la situación de riesgo “tuvo que ser calificada como de muy alta”. “El parto fue más lento de lo esperado por dificultades en el descenso del feto y se procedió a realizar una extracción con fórceps en dos intentos”, recoge la sentencia. Sin embargo, al tratarse de una intervención tan complicada, lo indicado era realizar una cesárea —para evitar lesiones branquiales—, no la utilización del fórceps. “Hubo un mal uso del fórceps y eventualmente realización de maniobras de Kristeller en una situación desaconsejada”, concluye el documento judicial. La sentencia recoge que los facultativos asumieron un “riesgo excesivo al proseguir con un parto normal pese a las malformaciones detectadas previamente y la situación de lentitud anormal que presentaba” el alumbramiento.

El uso del fórceps provocó que el bebé sufriese la lesión en el plexo braquial que afectó a cuatro raíces nerviosas, así como también un hematoma en el ojo derecho y daños en el codo. “El niño nació con lesión en el brazo y con valores de gasometría patológicos, gemido, bradicardia, meconio y lesiones en la cabeza”, revela la declaración de la acusación, que recoge la sentencia.

La sentencia también confirma “la inexistencia del consentimiento informado”, el documento que debía firmar la familia al conocer el riesgo del parto al que se sometían y el uso del fórceps durante el mismo.

El niño todavía arrastra ahora las secuelas del parto. “Quedan secuelas como la limitación para la no flexión del codo hasta la mano con déficit de supinación y extensión deficiente del brazo y también quedan cicatrices en las dos piernas, el brazo y el cuello”, explica la declaración escrita de la familia. Estas secuelas fueron elementos a tener en cuenta para fijar la indemnización por parte del TSJC. “La afección del brazo afectado implica una situación de incapacidad permanente que impide de forma total el ejercicio normal de una actividad laboral”, apunta el fallo judicial.

El Catsalut y Zurich presentaron un recurso de apelación que fue desestimado.