Detenido por un crimen el primer preso liberado por la doctrina Parot
García, de 76 años, acusado por el asesinato de una anciana, había sido liberado en 2013
Antonio García Carbonell, el violador reincidente que en octubre de 2013 se convirtió en el primer preso en abandonar la cárcel en Cataluña en aplicación de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, sobre la doctrina Parot, es uno de los dos detenidos por el asesinato de una vecina de Cabanes (Alt Empordà) el año pasado. Los Mossos d'Esquadra detuvieron entre el viernes y ayer sábado a los presuntos autores de la muerte de Neus Juanola, de 75 años, que el 28 de febrero fue hallada atada de pies y manos, brutalmente agredida y agonizando. Murió al cabo de unos días en el Hospital. El caso sigue bajo secreto de sumario.
El viernes se arrestó en Sabadell a García Carbonell, de 77 años, por su vinculación a una red de falsificadores de moneda y además, como ya era buscado como sospechoso del crimen, se le acusó de la autoría. En Figueres, la policía autonómica detuvo a un segundo hombre de 69 años como encubridor. Según informaron los Mossos, ayer se practicó en Mollet del Vallès la detención de un tercer implicado, de 28 años, como coautor del crimen. Los agentes registraron además los domicilios de los tres detenidos e interrogaron a diversas personas en relación con el caso. La muerte, en extrañas circunstancias, de Neus Juanola, fue el primero de los siete crímenes ocurridos el año pasado en las comarcas de Girona. Está previsto que entre el lunes y el martes los detenidos pasen a declarar en el Juzgado de Instrucción número 2 de Figueres, que se hizo cargo del caso y mantiene el secreto del sumario.
El detenido tenía un amplio historial delictivo, en el que se incluía una violación en Olesa
Los hechos, que desconcertaron tanto a los investigadores como a los vecinos de la población, habrían sucedido la noche del 27 de febrero, cuando salió a los alrededores de su casa a dar de comer a las gallinas y fue asaltada. Sus agresores se ensañaron con ella desmesuradamente. La ataron de pies y manos con bridas y la golpearon en la cabeza y en la cara y la arrastraron. Le pusieron unos calcetines en la boca y la dejaron tirada en el suelo semiinconsciente. Durante el asalto, Juanola estaba sola en su casa al estar su marido en el hospital ingresado tras sufrir un accidente doméstico. la A la mañana siguiente, sobre las 09.30 horas de la mañana fue encontrada por un trabajador de la zona. Fue trasladada al Hospital Josep Trueta de Girona con un traumatismo craneoencefálico grave e hipotermia además de múltiples contusiones. No pudo recuperarse y falleció el 4 de marzo.
.A la casa de la víctima, situada en el polígono de l’Aigüeta, a unos 4 km del casco urbano de Cabanes y a escasos metros de la ciudad de Figueres, se accede por el mismo lugar que a la empresa de aprovisionamiento de productos agrícolas que regentan sus cuñados. Precisamente fue un trabajador de esta empresa quien la encontró. La víctima y su marido, que tienen una hija, se dedicaban a vender ropa por los mercados de diferentes municipios de la comarca y se habían jubilado hacía tres años.
El acusado no se había reinsertado y se vanagloriaba de sus delitos, según fuentes penitenciarias
Durante un tiempo los investigadores del Área de Investigación Criminal (AIC) de Girona, mantuvieron abiertas varias hipótesis sobre los hechos al dudar sobre el móvil del ataque. En principio descartaron el robo, porqué no se llevaron nada de la casa y ella llevaba las llaves encima. Sin embargo, fue cobrando fuerza la hipótesis que el móvil era económico y que, muy probablemente los asaltantes cometieron un error y se equivocaron de víctima. Todo apunta que el objetivo del asalto era la cuñada de la fallecida, con una situación económica diferente a la de la víctima.
El caso de García Carbonell es singular, principalmente, porque una de las agresiones sexuales que cometió en su prolífico historial delictivo llevó a prisión, por error, a dos marroquíes que eran inocentes: Abderazad Mounib y Ahmed Tommouhi. El caso ocurrió en 1991 en la localidad de Olesa de Montserrat. El excarcelado y otro individuo abordaron a una pareja de novios que se encontraba dentro de un coche. Tras identificarse como policías, les golpearon con un palo; a continuación, les condujeron hasta un almacén cercano donde les ataron de pies y mano. Los dos hombres violaron a la joven por turnos.
Este ladrón y violador reincidente fue condenado a más de 200 años a mediados de los noventa y cumplía condena en 2025. Pero solo estuvo 18 años entre rejas. La Sección quinta de la Audiencia de Barcelona le liberó en aplicación de la doctrina Parot. Fuentes penitenciarias avisaron que no estaba del todo rehabilitado: “No está reinsertado. No solo no ha reconocido sus delitos; se vanagloria de ellos”. Su abogado entonces admitió que en su día García “fue un peligro”, como pusieron de manifiesto los espeluznantes hechos por los que fue sentenciado, pero que en la actualidad y con su edad, “dudaba” que lo fuera.
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