Esquerra salva por tercera vez a Mas de ir a la ‘comisión Pujol’

Esquerra ha salvado esta mañana de nuevo a Artur Mas de acudir a declarar a la comisión de investigación del Parlament sobre el fraude fiscal, la corrupción y el caso Pujol..Es la tercera ocasión en poco más de un mes que los republicanos impiden que prospere la petición del resto de la oposición y suman sus votos a los de CiU para evitar las explicaciones del presidente catalán ante la Cámara.

Tras la imputación de Jordi Pujol, su esposa y tres de sus hijos por fraude fiscal y evasión de capitales en el Juzgado de Instrucción número 31 Barcelona, a causa de la confesión de la fortuna oculta en el extranjero, PSC, PP, ICV, Ciutadans y la CUP reclamaron la comparecencia de Mas. Los republicanos, con la vista puesta en la negociación con CiU sobre un posible adelanto electoral, persistieron ayer en su argumento: la comisión de investigación no es el marco apropiado para el presidente de la Generalitat, sino que lo ha de hacer a petición propia y en la Comisión de Asuntos Institucionales.

Los socialistas, que se sumaron a CiU y ERC en la primera votación para salvar a Artur Mas, modificaron luego su posición y este lunes registraron la petición para que acuda a declarar al pleno. El diputado del PSC Jordi Terrades argumentó la petición por la imputación de Pujol, porque Mas había formado parte de varios de sus Gobiernos y “porque este caso no solo afecta a la familia, sino que va más allá”.

Aunque todavía no existe fecha para la declaración, la comisión de investigación acordó en su primera reunió que declarase toda la familia de Jordi Pujol, excepto una de las hijas, Mireia. Los diputados completaron este lunes el pleno y reclamaron que también acuda.

El exfiscal Mena ha recomendado a los parlamentarios que reclamen el sumario de Banca Catalana

Después de la imputación de Jordi Pujol, su esposa y tres de sus hijos por fraude fiscal y evasión de capitales en el Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, la oposición reclamaba la comparecencia de Mas, pero los republicanos han reiterado su argumento: la comisión de investigación no es el marco apropiado para que dé explicaciones el presidente de la Generalitat, sino que lo ha de hacer a petición propia y en el seno de la comisión se asuntos institucionales.

La comisión del Parlament ya había llamado a declarar a toda la familia excepto a una de las hijas, Mireia Pujol, pero los parlamentarios han completado hoy el pleno y han acordado su comparecencia. Los socialistas han anunciado que llevarán al Pleno la petición para que comparezca Mas.

En la comisión de investigación de este lunes ha compareció José María Mena, uno de los dos fiscales que redactó la querella de Banca Catalana, hace 30 años. Mena, que fue fiscal jefe de Cataluña durante diez años, empezó aclarando que aquel no era el marco para un recurso de revisión extraordinario del asunto, que implicó directamente a Jordi Pujol y que planeó durante décadas en la política catalana.

Ha advertido que deseaba tener desmemoria sobre el caso, que destruyó deliberadamente los documentos que guardaba y que sufrió acoso social y familiar “durante muchos años” porque se le consideró “un enemigo de Cataluña”. Dijo no recordar las cifras concretas del “impresionante vaciamiento” de los fondos de Banca Catalana “de manera dolosa” y ha recordado que nunca, nadie, discutió los hechos de la querella de la fiscalía, que los jueces consideraron un asunto civil.

Frente a ese argumento, Mena ha insistido en que los directivos de Banca Catalana montaron una “estructura delictiva” a partir de la desviación de los fondos a una caja B y el uso de unas sociedades instrumentales para canalizar esas cantidades, de espaldas al Banco de España y a la junta de accionistas.

Hubo miles de perjudicados, pero nunca se acordó exigir responsabilidades a los directivos de Banca Catalana. Fueron “las víctimas cómplices”, dijo Mena, que soportaron impasibles aquel perjuicio que se materializó en el pago de extratipos a los querellados y su entorno, la concesión créditos ficticios y la cancelación de depósitos antes de que las acciones quedasen reducida a la nada.

“No estoy aquí para realizar ninguna valoración de orden político”, dijo Mena, quien ha negado que existieran presiones sobre los 33 jueces del Pleno de la Audiencia Territorial que exculparon a Jordi Pujol en noviembre de 1986, frente a los ocho que votaron por el procesamiento.

“No hay presión política, hay rendición incondicional y cobardía”, dijo el exfiscal, quien aseguró que en el ánimo de los magistrados pesaron también las expectativas futuras de destino. “Yo no he sufrido presiones ni influencias en mi vida”, ha zanjado.

Meritxell Borràs, diputada de CiU ha recordado el “pasado comunista” de Mena y le acusó de haber perdido numerosos de los procesos judiciales iniciados por la fiscalía. El exfiscal recordó su militancia en el PSUC, pero precisó que la abandonó cuando se aprobó la Constitución. “Por lo demás, sí, siempre he estado en el bando de los perdedores y a mi edad ya no pienso cambiar de mando”, ha replicado a la diputada.

Mena se ha negado a establecer una relación entre la fortuna oculta confesada por Jordi Pujol el pasado 25 de julio, y atribuida a un legado que le dejó su padre, y el enriquecimiento que pudo obtener de Banca Catalana. "No tengo datos para hacer una afirmación así y no me corresponde", ha dicho. Con todo, ha calificado la confesión como “técnica del señuelo” y ha reclamado que “no hay que caer en la trampa de quedarse en la pieza pequeña, sino que hay que ir a por la grande”. En otro momento, el exfiscal ha recomendado a los diputados que reclamen el sumario de Banca Catalana a los archivos judiciales si quieren conocer la verdad de lo ocurrido. “Lean ustedes, porque a o mejor no teníamos razón los fiscales”, ha zanjado

Con todo, Mena ha asegurado que la confesión de Pujol le parecía un hecho "muy raro". "Yo no lo entiendo, es extraño, poco común, parece contradictorio, es ininteligible. Nunca ha pasado", ha dicho Mena durante las dos horas y media de su comparecencia. En otro momento ha apuntado que pudiera tratarse de un "acto cristiano de contrición".

El exfiscal ha recomendado a los parlamentarios que reclamen el sumario de Banca Catalana al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña si quieren conocer la verdad de lo ocurrido. "Lean ustedes, porque a o mejor no teníamos razón", ha dicho, en referencia a los fiscales. Después ha recordado que el 30 de mayo de 1984, el día que decenas de miles de personas salieron a la calle en apoyo de Jordi Pujol tras ser investido presidente, él cruzó la manifestación con una cartera en cuyo interior llevaba una copia de la querella. "Entonces nadie me conocía, pero de miedo, nada", ha dicho.