Sánchez ofrece el dique flotante a Navantia si gana las elecciones

“Cuando gobernemos, habrá dique flotante”. Con este mensaje, que ya anticipa el chorreo de promesas que traerá la campaña electoral de las elecciones generales del 2015, Pedro Sánchez, el líder del PSOE, se adentró ayer en las tripas del astillero ferrolano para encontrarse con una plantilla de 2.300 operarios en subactividad, harta de movilizarse por nuevos buques y hastiada de la politización partidista del naval. Dio su palabra por el dique como un “compromiso personal y de la Ejecutiva socialista” que pondrán en marcha “a partir de noviembre de 2015, cuando sean las elecciones y haya un gobierno socialista al frente de España”.

“Ferrol tiene futuro porque tiene el capital humano para sacar adelante una comarca abandonada por las Administraciones del PP”, manifestó Sánchez desde la puerta de la factoría de Esteiro. Lo hizo antes de recordar que fue la mayoría popular la que echó abajo la enmienda de los socialistas a los Presupuestos Generales de 2015 para financiar la construcción del dique —plataforma móvil para reparar grandes buques— que reclama desde 2011 el Comité de Empresa de Navantia, una empresa pública controlada desde la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales).

Sánchez ya recaló en la ciudad a primeros de julio, antes de su designación como nuevo líder del PSOE, y ayer visitó, por segunda vez en pocos meses, la comarca con la tasa de paro más alta de Galicia, con 3.500 empleos destruidos entre auxiliares y más inactividad que ocupación. A su lado, José Ramón Gómez Besteiro, secretario general de los socialistas gallegos, se apresuró a apostar por el naval como “pieza angular” del proyecto económico del PSdeG. “Solo un gobierno miope y cortoplacista, como el del PP, demuestra su poco interés por el naval en Ferrol y Vigo”, dijo.

Al paseíllo por Navantia también se unió Beatriz Sestayo, secretaria local y futura candidata a la alcaldía ferrolana, que cargó las tintas contra el presidente Feijóo, al que afeó que tenga tiempo de desplazarse hasta Ferrol para “cenar con los suyos” pero no para recibir a los trabajadores del naval que hace meses que demandan un encuentro. Aludía así a la cena de Navidad que el PP celebró el sábado en un restaurante de Serantes. Dos días antes, Feijóo se ausentó de la gala de los IV premios AJE, de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Galicia, que esperaban su asistencia en el Jofre. También aguardaron en vano por él los delegados de Navantia que se concentraron fuera para protestar junto a las 54 limpiadoras de Cleanet, subcontrata de Defensa, que no cobran desde septiembre y van camino de los dos meses en huelga.

Desde Ferrol, Sánchez aprovechó ayer para arremeter contra Rajoy, a quien se refirió como “un gallego que es el peor enemigo de Galicia”. “Su gobierno es la historia de un fracaso”, aseguró el líder socialista, quien se mostró “convencido” de que la mayor parte de los gallegos y españoles “cuentan las horas para que Rajoy se convierta en historia: historia negra”, terminó.

A su llegada a Ferrol, el secretario del PSOE fue recibido por una decena de mariscadores furtivos de O Couto (Narón) omnipresentes en todas las protestas desde que salieron del anonimato para reclamar un carné. Sánchez les dedicó un saludo antes de entrar al astillero y se volvió a topar con ellos en la inauguración de la sede del PSOE naronés, donde lo esperaban además trabajadores de Megasa. Estos se enfrentan a los despidos que les plantea la dirección a cuenta de la subasta eléctrica de la que también salió escaldada Alcoa, que plantea cerrar las fábricas de A Coruña y Avilés sentenciando al desempleo a sus 800 operarios.