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Arte con “un toque de locura”

Los premios BMW de pintura se ponen al servicio del talento joven

Exposición XXIX Premio BMW de pintura en la Casa de Vacas del Retiro.
Exposición XXIX Premio BMW de pintura en la Casa de Vacas del Retiro. claudio álvarez

Daniel Merlín casi nunca se presenta a los concursos de arte, y no es porque no tenga obras suficientes para hacerlo —lleva desde los 10 años pintando—, sino porque no suele tener muchas expectativas. El jurado del 29 Premio BMW de Pintura le ha otorgado, sin embargo, el galardón más importante, de entre todos los que reparte, valorado en 25.000 euros, por su obra sin título que representa una cabeza del escritor Samuel Beckett. “Lo elegí porque, además de ser un gran artista, tenía unas expresiones en el rostro fuertes, y decidí meterme en su cabeza y plasmarlo en el cuadro”.

Merlín es ya un profesional de este arte, pero cree que con el premio va a empezar a trabajar más, ya que le ayudará “a darse a conocer”. La obra de Daniel Merlín, junto a las del resto de seleccionados de los premios BMW, se puede visitar en la Casa de Vacas del parque del Retiro de Madrid desde hoy, 10 de diciembre, hasta el 6 de enero, en un horario ininterrumpido de 10.00 a 21.00 horas. La exposición fue presentada ayer por la concejala de Retiro del Ayuntamiento de Madrid, Ana María Román; el presidente del jurado del premio, Enrique Ybarra, y la directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de BMW Group España. En el acto, además del principal ganador, Daniel Merlín, también estuvieron el resto de galardonados y participantes.

La Casa de Vacas acoge una muestra de las obras galardonadas

Uno de ellos es Fernando Romero, profesor de Arte en Zaragoza, que no ganó el primer premio, pero su emoción al hablar muestra que parece no importarle. Él se ha hecho con el Premio BMW a la Innovación, novedad de este año y que está dotado con 6.000 euros, por su cuadro Nube sobre plano, una obra realizada en acrílico y óleo sobre lienzo, y que, en palabras del autor, trata de dar una visión de dos formas de entender la pintura: por una parte, el paisaje representado con la nube y por otra, el plano con la visión aérea de elementos surrealistas. “Ha sido una sorpresa muy grata”.

Y es que los premios BMW, según Pilar García de la Puebla, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de BMW Group España, están ya consolidados como el galardón más prestigioso realizado por iniciativas privadas. En esta edición se han presentado más de 700 artistas y la mayoría de ellos son jóvenes de menos de 30 años. “Esto demuestra la fortaleza y el talento de los artistas jóvenes en nuestro país”, asegura García de la Puebla.

Talento como el que le sobra a Paloma Ruiz, la galardonada más joven, que con tan solo 10 años ha conseguido su primer premio. El año pasado Paloma quedó finalista y este, por fin, ha conseguido ganar. “Estoy muy orgullosa, cuando me dijeron que había ganado me puse muy, muy contenta”. Esta pamplonica pintó Amigos por la Raya en tan solo una semana. “No, no, perdona, en tres semanas”, matiza entre risas. La inspiración la encontró fijándose en lo que la rodea. Aunque aún no sabe qué va a hacer con los 4.000 euros de su premio, de lo que sí está muy segura es de que seguirá pintando.

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Victoria Iranzo, de 24 años, se presentó al premio porque unos amigos se lo recomendaron, y no se arrepintió: ha ganado la Beca Mario Antolín de Ayuda a la Investigación Pictórica, con un valor de 8.000 euros. “El cuadro que he pintado representa un traje protector, porque para mí la pintura es eso, protección, una forma de evadirme del mundo”. La repercusión que supone ganar este premio ya ha calado en el trabajo de esta joven, que confiesa que ha recibido muchas propuestas de posibles exposiciones.

Por su parte, Enrique Ybarra, presidente del jurado, quiso recordar la importancia de que haya empresas que apoyen el arte y a la gente joven porque, según él, “sin arte no tendríamos esos deseos ni ese toque de locura que es bueno que tengamos”. Para Ybarra, el artista “es una referencia para el paseante solitario que cuando camina por el Retiro en una tarde de otoño pinta con la cabeza o con la emoción y que cuando ve un cuadro recuerda aquello mismo que él vio por la calle y entonces decide comprarlo”.

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