El club de los problemas resueltos
La cuarta Bienal Iberoamericana de Diseño dibuja esta creación como un conjunto diverso
Una bienal de diseño tiene algo de gabinete de curiosidades contemporáneo, en el que lo cotidiano es retorcido hasta alcanzar nuevas formas, algunas sorprendentes. Los objetos que usamos a diario mutan en algo más fácil de usar, más económico, más ecológico, más accesible o más hermoso. Percheros con forma de ramas, una casa que se puede transportar por carretera, ropa sostenible, una colorida máquina de contar historias, una chaise longue que parece sacada de una nave espacial…
“Es una apuesta por reforzar la marca del diseño iberoamericano como un conjunto”, explica Manuel Estrada, presidente ejecutivo de la 4ª Bienal Iberoamericana de Diseño (bid_14) inaugurada el lunes. “Puede parecer inconexa, pero pensamos que es positivo intentar acuñar una marca, igual que los escandinavos unifican lo que procede de sus cuatro países, como diseño escandinavo”. Al certamen se han presentado más de 600 candidaturas de 23 países. “Muchas piezas han venido mediante un sistema innovador, que es el diseño móvil, es decir, los propios diseñadores de América Latina han viajado con las piezas en el avión y anoche muchas de ellas se colocaron a altas horas de la madrugada”, bromeaba Estrada el martes.
Como el diseño se ocupa de un amplio espectro de asuntos, en bid_14 (que se puede vistar en Central de Diseño de Matadero hasta el 28 de febrero) se ven desde cosas bien sólidas, como sillas (un clásico en la historia del diseño), hasta etéreas, como interfaces informáticos, espacios, moda, libros o paquetería, diseño gráfico o digital, diseño para la cultura o para los movimientos sociales. Tanto espectro que en bid_14 se otorgaron premios en 17 categorías, con sus correspondientes menciones especiales.
Se pretende crear una marca común, según el modelo escandinavo
Entre ellos hubo cuatro grandes premios españoles: la marca de moda sostenible ECOALF, fundada por Javier Goyeneche, que trabaja con materiales reciclados, ha ganado primeros premios en las categorías Diseño de Moda y Diseño y Sostenibilidad. Las lámparas fabricadas con botellas PET Lamp, de Álvaro Catalán de Ocón, han ganado en la categoría de Diseño para el Desarrollo. La nueva identidad corporativa de Canal +, obra de Pablo Rubio Ordás y su estudio Erretres, se ha llevado el premio de Diseño Gráfico y Comunicación Audiovisual. Por último, Connectia Solutions, un sistema de comunicación entre pacientes y enfermeros, de Héctor Robles y su empresa DOMO, ha sido galardonado con el premio de Diseño Para Todos. Otros seis proyectos españoles han recibido mención: la web de Bad Arquitectos, diseñada por Bestiario; el diseño de interiores del St. Christopher Inn Hostel de Barcelona (Labmatic Estudio); la aplicación Medicamento Accesible Plus (Fundosa Techoniste); la casa transportable (Arquitectos Abatón); la audioguía Ventour (Gvam), y la plataforma para runners de Fjord Spain, que se llevó dos menciones.
La bienal se creó hace siete años por los fundadores de la Central de Diseño de Matadero. 24 diseñadores provenientes de 14 países firmaron un texto llamado la Declaración de Madrid. “El diseño de Iberoamérica es una realidad insuficientemente conocida y valorada”, rezaba el texto, tal como recuerda Iván Cortés, diseñador y periodista, miembro del Comité Asesor de bid_14. Se trataba de visibilizar la diversidad y vitalidad del diseño iberoamericano y, después de cuatro ediciones por las que han pasado miles de proyectos, no solo en Madrid, sino en otras grandes capitales latinoamericanas, lo consideran un éxito.
Pero no solo eso. “Asistimos a un momento histórico en el que el mundo comienza a sufrir el no haber asumido que no es viable el crecimiento infinito en un planeta con recursos finitos”, dice Cortés. “En estas circunstancias, el diseño como herramienta de desarrollo, transversal a todos los ámbitos de la sociedad, mantiene todo su valor y vigencia”. Para él, los parámetros de calidad que deben importar al diseñador son aquellos que mejoran la calidad de vida de las personas: “Debemos ser optimistas”, concluye Cortés, “un diseñador es un optimista por formación: en su mente los problemas existen para ser resueltos”.
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