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EXPOSICIONES

Basterretxea íntimo

La muestra 'El peso de la primera memoria' reúne 153 obras inéditas o expuestas en contadas ocasiones del escultor

Una de las obras que se exponen en 'El peso de la primera memoria'.
Una de las obras que se exponen en 'El peso de la primera memoria'.JAVIER HERNÁNDEZ

Néstor Basterretxea, el artista multidisciplinar, prolífico, incansable, se condensa desde este viernes en el sótano del Koldo Mitxelena. La muestra, hasta el 14 de febrero, El peso de la primera memoria reúne 153 obras, muchas inéditas, o expuestas en contadas ocasiones, para dibujar los recovecos más "íntimos y dramáticos" del artista, según ha apuntado esta mañana Xabier Sáenz de Gorbea, comisario, quien trabajó con el escultor en la preparación de la exposición hasta su muerte, el pasado mes de julio.

Las 153 obras, seleccionadas entre unas 800 y 900, guardadas en su caserío, descubren la "conciencia" de Basterretxea, la Guerra Civil y las heridas que le produjeron al niño que con 12 años se tuvo que marchar al exilio. Unos desgarros constantes en su producción y no olvidados a pesar del paso del tiempo, como muestran los cuadros España 1936, de 1997, y Ventana a la Guerra Civil, de 2007.

Previas a estas, la exposición muestra los 14 óleos que componen Vía Crucis, 1950, sólo exhibidos hasta ahora en Argentina. Una sucesión de cuadros que en una de las salas principales de la exposición reciben lúgubres al visitante.

También ocupa un lugar destacado las pequeñas reproducciones de su Cosmogónica vasca, expuesta en el Bellas Artes de Bilbao, así como la serie Gernika 50. Ambas cuentan, como ha destacado Sáenz de Gorbea, con su correspondiente partitura, es decir, con los respectivos trabajos en los que Basterretxea esbozó primero las obras para luego darles cuerpo.

Pero El peso de la primera memoria también supone una oportunidad para descubrir facetas del artista poco exploradas para el gran público. Como 12 fotografías de corte experimental, de los años 60, el diseño de muebles, o de platos de cerámica, uno de los últimos trabajos de Basterretxea y un material al que volvió en sus últimos meses de vida tras haberlo trabajado antes.

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