Compras masivas camuflaron la venta real de entradas de la F-1 en Valencia

Los espectadores de pago de la prueba de Fórmula 1 en el circuito urbano de Valencia nunca llegaron a 30.000. Con una excepción, la del primer año que se celebró, en 2008, en el que se contabilizaron 50.000 entradas vendidas más y 20 millones de euros más de recaudación. Los socialistas denunciaron este viernes que eso ocurrió porque hubo compras masivas de entradas en bloques millonarios que sirvieron para camuflar la venta real y apuntaron como responsables a la CAM, Bancaja, las diputaciones y otros organismos.

“¿Existía alguna orden por parte de algún miembro del Gobierno de Francisco Camps a entidades valencianas que han sido intervenidas para que compraran y regalaran entradas de la Fórmula 1?”. La pregunta de la diputada socialista Eva Martínez resume la denuncia que hizo pública junto al también diputado socialista Josep Moreno sobre esas adquisiciones masivas de entradas sin identificar en la primera edición del Gran Premio de Valencia. Unas compras que explican por qué en la primera edición se recaudaron 27 millones de euros por la venta de 78.615 entradas y, sin embargo, al año siguiente solo se recaudaron 6,8 millones por 24.439 entradas y la tónica se mantuvo hasta la última edición en 2012.

El PSPV-PSOE llevará a la Fiscalía Anticorrupción, —ante la que presentó una denuncia que ha derivado en una investigación sobre la compra en 2011 por parte del Consell que preside Alberto Fabra de Valmor Sports, titular de los derechos de organización de la prueba—, la nueva documentación relativa a la venta de entradas de la Fórmula 1 entre 2008 y 2012. Esa información está extraída de la contabilidad de Valmor y la pretensión de los socialistas, que siempre han denunciado que Valmor era una empresa pantalla del Consell, es que se aclare qué entidades o empresas adquirieron entradas en bloque por importes de 5,8 millones, 3,4 o 1,8 millones de euros. Un paquete de 5,8 millones equivaldría a unas 29.000 entradas a una media de 200 euros cada una.

“Sabemos que Valmor recaudó por venta de entradas 27 millones en 2008, 6,8 en 2009, 8,2 en 2010 y 6,2 en 2011 [los 4,9 de 2012 fueron a la Generalitat, que ya había adquirido la empresa], lo que hace un total de 48,2 millones de euros”, explicó Martínez, que preguntó al Consell “dónde esta todo este dinero, más la deuda que dejó Valmor, unos 40 millones, y las aportaciones que recibió del Instituto Valenciano de Finanzas (8 millones), de Bancaja (6 millones) y del Banco de Valencia (1,5 millones)”. Martínez recordó que el actual Ejecutivo autonómico decidió comprar Valmor en 2011 “para garantizar la continuidad de la Fórmula 1 en Valencia” (aunque, de hecho, dejó de celebrarse la prueba a partir de 2012) y debió “manejar esta contabilidad, que constata que no era un negocio tan exitoso, antes de cerrar la compra y asumir la deuda”. Martínez denunció que “en 2009, que se sepa, no hubo la quinta parte de asistentes que en 2008, ni tampoco se bajaron los precios, así que estos números no cuadran”.

El Consell ve “complejo” responder de la contabilidad de una empresa privada

“La contabilidad corresponde a una empresa privada”, respondió la portavoz del Consell, María José Català, que añadió que la Administración autonómica “ni llevaba ni gestionaba las cuentas” por lo que es “complejo” responder de su gestión de hace años.

Los socialistas sospechan que las cajas de ahorros ahora desaparecidas están detrás de las compras masivas de la primera edición, pero, como explicó Martínez, la contabilidad de Valmor no identifica a los autores de las mismas en la primera edición, cosa que sí ocurre en ejercicios posteriores, en los que se detallan compras en bloque de la CAM que suman 152.000 euros. Concretamente, la caja alicantina gastó 114.000 euros en la adquisición de entradas para la Fórmula 1 en Valencia justo en el momento en que estaba a punto de ser intervenida y nacionalizada, hecho que se produjo en julio de 2011.

“Queremos saber quién compró entradas de forma masiva en 2008”, indicó Martínez. Y Moreno preguntó si el Consell dio instrucciones a empresas públicas, si se “extorsionó” a entidades locales o diputaciones para la compra de entradas porque “cuesta creer que una empresa decida adquirir en bloque 5,8 millones en entradas”. "Sólo hay dos opciones, o que se ordenase la compra masiva o que las ventas del primer año fuesen las reales y se robaran 20 millones cada uno de los años posteriores", añadió. El diputado dijo saber por empleados de Bancaja que la entidad financiera recibió en 2008 paquetes de entradas para venderlas a los clientes que al final se regalaron.