Aznar asume su probable relevo en el puerto de Valencia tras ser imputado

Rafael Aznar, presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, es consciente de que su continuidad es difícil después de ser imputado por supuesta malversación de caudales públicos y prevaricación y de que la Generalitat reconociera, hace una semana, que estudia su relevo. "El que nombra tiene la facultad de remover", ha declarado este jueves Aznar al ser preguntado por su eventual destitución.

La fiscalía acusa al presidente y otros dos directivos de supuestas irregularidades en pagos de Plataforma Intermodal Logística, una empresa creada por el puerto para comercializar su zona de actividades logísticas. La denuncia menciona también posibles irregularidades en la fundación de la Autoridad Portuaria, cuyo patronato encabeza Aznar, en relación con los salarios de más de 100.000 euros que ha venido pagando a algunos de sus responsables y con gastos ajenos aparentemente a su funcionamiento. La fundación se financia, en parte, con dinero del puerto, que en 2009 le inyectó 1,9 millones.

"Tengo la convicción de que hemos hecho las cosas correctamente, espero y confío en que allí", en referencia al juzgado al que ha sido citado a declarar el día 3 de diciembre, "quede todo absolutamente demostrado", ha declarado Aznar. El presidente de la Autoridad Portuaria, que todavía no se había pronunciado sobre su imputación desde que trascendiera hace una semana, ha abogado por "dejar que los tiempos transcurran y ver qué acaba pasando". "No tengo más que añadir en un proceso que está en sede judicial. Hay que ser extremadamente prudente", ha añadido.

La portavoz de la Generalitat anunció la semana pasada el probable relevo de Aznar y de José Joaquín Ripoll, presidente del puerto de Alicante y también imputado en otra causa por cinco delitos, asegurando que la decisión final se conocería en "cuestión de días".

Desde entonces han crecido los rumores sobre la destitución de Aznar, algunos acompañados de nombres de posibles sucesores. La Autoridad Portuaria de Valencia, que incluye también los puertos de Sagunto y Gandia, es una de las principales de España. El relevo de su presidente plantea el problema de que podría durar poco tiempo si, como vaticinan las encuestas, el PP sale del Gobierno valenciano el año que viene. La perspectiva de interinidad puede ahuyentar a potenciales candidatos.

Al mismo tiempo, la crisis en la cúpula del puerto se produce en un momento delicado para la infraestructura, que tras un largo periodo de crecimiento ha visto cómo sus cifras se estancaban en los últimos meses mientras se consolidan competidores en el Mediterráneo y se alejaba la posibilidad de que el nuevo convenio con los estibadores, que se negocia hace más de un año, rebaje los costes mejorando su competitividad como agradaría a la Autoridad Portuaria.

Francisco Prado, presidente del Propeller Club, un lobby de empresas portuarias y logísticas al que pertenece a Aznar, ha salido en defensa del presidente portuario frente "al trato que se le está dando".

"Si valoramos la gestión al frente de la Autoridad Portuaria en su conjunto, con sus pequeñas sombras y sus muchísimas luces, hay que darle las gracias y aplaudirle por lo que está haciendo", ha afirmado Prado.