Lesbianas y visibles

“Las mujeres hemos estado siempre en un pie de página. En el movimiento LGTB también”. María Jesús Méndez (Santiago de Chile, 1981) lleva años repitiendo esta idea. Como mujer, como lesbiana, como activista y como directora de MíraLes, la web para lesbianas y bisexuales más visitada de España. El festival homónimo, que celebra este año su cuarta edición, pretende subvertir esta realidad dedicando cuatro días (hasta el próximo domingo) a difundir la cultura creada por mujeres homosexuales, ya sea música, teatro, cine o literatura.

“En España, este es un colectivo invisible. Cuando empezamos a hacer el festival, algunas asistentes nos pedían que no publicáramos las fotos que hacíamos. Nos decían que aún no habían salido del armario del todo”, recuerda Méndez. Desde la primera vez que se celebró el certamen, asegura la chilena con alivio, esta situación es cada vez menos frecuente. Las 500 asistentes que esperan recibir durante el fin de semana (las jornadas son mixtas pero el público es femenino casi por completo) reivindicarán un espacio en “un mundo de hombres ya sean heterosexuales u homosexuales”, en palabras de Méndez.

El certamen incluye actividades para familias homoparentales

En la práctica, el espacio ocupado por la iniciativa serán cuatro locales de la ciudad. En la sede de COGAM se celebrará el domingo el día de las familias, con talleres para niños. El bar Feliciana será el centro de operaciones el sábado, con una fiesta diurna que incluirá proyecciones de cortos, una Feria del Libro de temática lésbica, monólogos y conciertos de Alicia Torres, Nevenka y la banda Gatito Feroz. El bar de ambiente Club 33 será el local utilizado esta noche para el microteatro y la danza. El restaurante La Fundamental acogió ayer una mesa redonda.

“Es complejo decir a qué nos referimos con cultura lésbica”, admite Méndez. El concepto puede referirse a obras de temática lésbica, piezas reivindicativas que afectan a todo el movimiento LGTB, creaciones de mujeres homosexuales... En MíraLes, asegura su creadora, utilizan este último baremo. “Los conciertos, por ejemplo, son de chicas que les cantan a otras chicas, sin ocultarlo. A un heterosexual esto puede parecerle una tontería. Para muchas lesbianas es muy importante. Quizás es la primera vez que lo escuchan”, señala Méndez.

Esta es una de las razones por las que las seis editoras de la revista y organizadoras del festival (junto a otras ocho colaboradoras en Madrid) consideran que las mujeres necesitan su propio espacio dentro del movimiento LGTB. “Vamos como 20 años por detrás de los hombres”, sostiene Méndez. Su iniciativa dará un salto sustancial en febrero, cuando comiencen a editar la revista en papel. Se repartirá de manera gratuita como la revista LGTB Shangay, e incluirá una parte dedicada a las familias homoparentales bajo la marca Oveja Rosa, que ya funciona como web.

El festival se inauguró ayer con una jornada dedicada al activismo. La mesa redonda celebrada en La Fundamental hizo un recorrido por la historia de la homosexualidad femenina desde la I Guerra Mundial hasta hoy. Méndez asegura que, aunque los gais fueran perseguidos, al menos se reconocía su existencia: “La homosexualidad femenina se consideraba algo difícil de detectar y poco serio. Simplemente, no existíamos”.