_
_
_
_

Navantia iniciará este mes en Fene la construcción del buque militar

La primera chapa de los dos BAM se cortará el 28 de noviembre en Ferrol y Cádiz

Antes de que termine el año, el astillero de Fene volverá cortar chapa para un buque gris. Navantia baraja el 28 de noviembre como la fecha para iniciar la construcción del Buque de Acción Marítima (BAM) que el Gobierno había comprometido en la antesala de las elecciones europeas de mayo. Cortar la primera lámina de acero es el hito que marca el comienzo de cualquier obra naval, el equivalente a una primera piedra aunque para Fene será mucho más. Supone reabrir los talleres vacíos para un encargo militar cuando está a punto de caer el veto -expira el 31 de diciembre- que le impedía hacer barcos civiles pese a que no hay más contratos a la vista que el encargo -pendiente de cerrar- de Iberdrola para el grupo fabrique 29 estructuras metálicas para enjaular los molinos eólicos del parque marino de Wikinger (Alemania).

El corte de chapa del BAM será simultáneo en la ría de Ferrol y en la bahía de Cádiz, donde se construirá la segunda unidad de un buque mediano (94 metros de largo) y polivalente para Armada porque responde en operativos de vigilancia marítima, salvamento o lucha contra la contaminación.

El doble encargo se lo adelantó el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, al de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el 7 de mayo en una visita a Santiago nada casual. El Consejo de Ministros le dio el visto bueno el 1 de agosto y le asignó 161,5 millones en los Presupuestos del 2015 -cada unidad costará 166- aunque no figuraban entre las inversiones de Defensa sino en Industria, como “programa de apoyo a la innovación tecnológica” . Serán 30 meses de obra por cada BAM con fecha de entrega en 2018, estiman fuentes de Navantia.

El plazo hasta el primer corte de chapa es tan corto -cuatro semanas- que la noticia ha cogido por sorpresa a la exigua plantilla de Fene, con 312 personas asignadas desde 2004. Hay más en producción (peritos, almacén,..) que en obra directa, explica un sindicalista, y con la mayoría de los operarios de buzo desplazados a diario al astillero de Ferrol, al otro lado de la ría, donde los talleres cojean con un sólo flotel en la grada y el 60% de una plantilla de 2.000 personas en subactividad.

“Elegir Fene supone mandar un doble mensaje político: quieren vender que hay obra militar y civil, con la eólica”, apunta el Comité, hastiados -dicen- de ser moneda de cambio electoral, protagonistas de especulaciones empresariales y promesas incumplidas. Hay que retroceder más de una década para dar con el último proyecto que le asignaron a la factoría de Perlío. Fue una plataformamarina offshore (fuera de costa), el segmento en el que se especializó un tiempo la antigua Astano cuando la entrada de España en la Unión Europea -entonces CEE- lo dejó fuera de juego. Fene trabajó en la construcción de los dos megabuques para Australia y montó bloques para sus tres destructores. Desde el verano 2013, no ha tenido más actividad que las reparaciones de gaseros que generan más empleo inducido que directo, explica Jorge Prieto, presidente del Comité.

La factoría fue excluida a última hora de la obra del flotel y estos días ha vuelto al centro de un debate recurrente que plantea nuevos usos industriales para unos terrenos públicos que la Xunta define como 'ociosos' y que pertenecen al Estado, a través de la SEPI. Si a finales del 2006 se especuló durante meses con que Barreras -adquirido por Pemex en 2013- quería comprar Astano, la nueva oferta sobre la mesa es de Gestamp. El grupo plantea ocupar una parte del astillero -tres celdas del nuevo taller de bloques curvos- para fabricar molinos y soportes para la eólica marina. Un proyecto “todavía muy verde”, dice Navantia, que cuenta con el apoyo en tromba del PPdeG. Su portavoz, Miguel Tellado, lo definió ayer como “serio y solvente” mientras que CCOO, el sindicato mayoritario, se revuelve contra la posible “privatización encubierta” de un astillero público que pasó de gigante a miniatura por decisiones políticas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_