La Transición española, versión alicantina

Entrar en el Archivo Histórico Provincial de Alicante estos días es como meterse en una máquina del tiempo y regresar a un colegio electoral del periodo conocido como la Transición Española. Carteles políticos, documentación mecanografiada, fotos, escrutinios, posters y películas son las imagen fija de una época que muestra que la democracia no es un sistema político caído del cielo, sino una meta a la que se llegó con mucho esfuerzo.

La transición democrática en Alicante es una muestra que busca reconocer "a todas aquellas personas que tuvieron un papel importante en la provincia durante la llegada de la democracia al país”, cuenta la directora del Archivo Provincial de Alicante, María del Olmo. “Las nuevas generaciones han de saber que no hemos vivido siempre así, llegar a esto fue todo un esfuerzo de mucha gente”, resume Del Olmo sobre una exposición que podrá verse en las instalaciones del Archivo (Calle Guillen de Castro, 3, Alicante).

En la muestra, se puede observar una réplica de un colegio electoral de entonces. Gente como el exdiputado por Unión de Centro Democrático (UCD) Joaquín Galant, o a la representante del Partido Comunista de España (PCE) Pilar Brabo, aparecen entre los fondos inéditos de la Junta Electoral Provincial que guarda el archivo alicantino, a su vez dependiente de la Consejería de Cultura. También hay donaciones de particulares u organizaciones como el Club de los amigos de la Unesco, “Muy relevante en la lucha contra la dictadura y en los primeros años en los que se gestaba la democracia”, comenta Del Olmo.

La Transición Democrática comienza, según la muestra, en 1976 con las primeras leyes que facilitaron que un gobierno de transición dirigiera al Estado hacia una democracia aclamada por los españoles. El 15 de junio de 1977, se votó libremente. La exposición muestra “el ambiente cívico y el júbilo democrático”, como relató el periodista y escritor Enrique Cerdán Tato, con que los ciudadanos alicantinos saltaron a una escena electoral microfragmentada en aquel entonces, todo un signo de los tiempos.

“Fue una época de la que se puede aprender mucho”, incide Del Olmo, “hoy vivimos otra en la que existen reminiscencias de entonces, todo el mundo quiere debatir las cosas”. El periodo de la Transición, a entender de los politólogos, es un periodo que acaba en 1982 cuando hay una transmisión de poder de fuerzas herederas del régimen franquista a otras ajenas a él como es el PSOE de Felipe González. En el caso valenciano, acaba en 1983 con las primeras elecciones autonómicas.

“Aquel era un mundo muy distinto al de ahora. Al acabar el recuento de votos había que llevar el escrutinio al Gobierno Civil, desde donde se 'cantaba' por teléfono los resultados a Madrid”, añade Del Olmo: “Curiosamente, tras las elecciones del 82, el resto ya tuvieron recuentos informáticas”.

Alicante estrena 'Doña Rosita la Soltera'

Alicante como el resto del país quería democracia. Es patente en la actividad cultural, como se ve en la muestra. La Asociación de Teatro Independiente consiguió estrenar Doña Rosita la Soltera, de Federico García Lorca y con Nuria Espert de protagonista. Proliferaban los cineclubs y los teleclubs, locales abiertos al público donde se podía ver la televisión.

La avidez por cultura y un discurso distinto al imperante tantas décadas atrás se comprueba en las autorizaciones administrativas concedidas a cantantes como Juan Manuel Serrat, Pi de la Serna, Víctor Manuel, Mocedades o el cantante alcoyano Ovlidi Montllor y los valencianos Els Pavesos. Fueron tiempos de recuperar símbolos identitarios. La exposición muestra también documentos del Gobierno Civil que siguen las huellas del Consell del País Valencià, una Generalitat latente que timonearon Enrique Monsonís para la UCD o Josep Lluís Albiñana para el PSOE.