Castedo acata las listas sin imputados pero evita votar a mano alzada
La alcaldesa apoya una declaración ante la amenaza de expediente de Fabra
La alcaldesa de Alicante cedió ayer a la presión del Partido Popular. Imputada en dos casos de corrupción urbanística y manteniendo un pulso con su partido por volver a repetir como candidata, Sonia Castedo tuvo que apoyar una iniciativa en el pleno para que no haya imputados en sus listas para las municipales de mayo de 2015. Fiel a su estilo, la alcaldesa acató, pero a su modo: argumentó que al existir un acuerdo unánime sobre la declaración no cabía votar a mano alzada y evitó así la foto de ella y el grupo popular evidenciando una contradicción política.
El PP valenciano no puede permitirse más titulares que le relacionen con la corrupción. Castedo sabía que votar en contra de la declaración presentada por UPyD era dar un motivo de expulsión a su partido, que persigue desde hace meses su dimisión. El presidente del PP autonómico y de la Generalitat, Alberto Fabra, incluso se lo advirtió por la mañana en una entrevista radiofónica, en la que insinuó que el partido le abriría expediente en caso de votar en contra.
Después de todo, la propuesta de UPyD no dejaba de ser una idea casi calcada de lo que aprobó el PP alicantino en su última convención de octubre: listas electorales libres de imputados por corrupción.
Solo los partidos de la oposición justificaron el voto a la propuesta
A Castedo se le imputan cinco delitos y se resiste a dimitir, como le pide su partido. El apoyo a una declaración que la invalida como futura cabeza de lista por Alicante era una prueba de fuego que, además, pondría en evidencia la solidez del grupo municipal. Sin embargo, los 18 concejales populares, los afines a la alcaldesa y los fieles al partido, sabían lo que iba a pasar. Los primeros no quisieron una votación que resultara humillante para la regidora y los segundos aceptaron el mal menor. El resultado fue todo un mensaje al PP provincial. Se cumplen las órdenes, pero en Alicante sigue tomando la iniciativa Castedo.
Tan solo la oposición —UPyD, EU y PSOE— justificó la aprobación de la declaración.Tras acabar sus parlamentos, Castedo dio por aprobada la propuesta “por unanimidad” y se levantó dando por cerrada la sesión plenaria. El concejal impulsor de la propuesta, Fernando Llopis, lamentó el “subterfugio” de la alcaldesa: “Me da tristeza ver cómo a algunos miembros del PP les da vergüenza levantar la mano contra la corrupción”.
Esquerra Unida califica a la regidora de “zombi político”
No votando la declaración institucional, Castedo “quería evitar la foto de hacerse el harakiri”, consideró el regidor de EU, Miguel Ángel Pavón, quien suele mantener agrios encontronazos verbales con la alcaldesa. Ayer volvió a ocurrir. Mientras defendía un ruego de EU para instar a Castedo a que dimitiera —el quinto de esta legislatura—, Pavón llegó a llamarla “zombi político”, a lo que ella respondió: “La muerta viviente huele mejor que usted”.
Asesores y gente de la calle afín a Castedo rompieron en aplausos ante una ocurrencia que llegó a avergonzar incluso a alguno de concejales del PP. Pavón, siempre insistente con las imputaciones de Castedo, suele ser el blanco incluso de insultos del público. Ayer también hubo amenazas a periodistas por afines a la alcaldesa que rechazaron ser fotografiados en un acto público en la casa consistorial. Un asesor del PP, Michel Ortuño, advirtió a una redactora: “Las fotos te las haces con el coño”.
Los plenos alicantinos no suelen ser tranquilos desde hace meses: ayer el Consistorio amaneció otra vez rodeado de al menos una decena de vehículos de la Policía Nacional y Local. La Subdelegación de Gobierno prohibió una cacerolada de la Plataforma por la Dimisión de Castedo al considerar que perturbaría el orden público, según miembros de la plataforma. El 22 de noviembre han convocado una marcha contra la alcaldesa tras el éxito de la anterior realizada, que llegó a reunir a 5.000 manifestantes.
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