Feijóo se presenta como luchador “impecable” contra la corrupción
El presidente no aclara su relación y la de un amigo con la trama de cursos falsos
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se volvió a presentar ayer en el Parlamento como el primer gobernante gallego que ha decidido poner coto a la corrupción tras la vista gorda de sus predecesores. Frente a la estrategia adoptada por Mariano Rajoy y otros destacados cargos del PP, que en los últimos días están pidiendo “perdón” por el comportamiento de algunos miembros de su formación, Feijóo optó por atacar a la oposición y obviar las diversas referencias directas a su influencia política que obran en el sumario de la Operación Zeta, que investiga una presunta trama de cursos de empleo falsos. El presidente no dio ninguna explicación sobre su papel pese a que el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, enseñó una foto en la que aparece en una corrida de toros en Pontevedra junto a su amigo Pachi Lucas, que, según la policía, cobraba de la trama a cambio de mediar entre su presunto cabecilla, Gerardo Crespo, y la cúpula del PP.
“¿Conoce esta foto? Está usted con el conseguidor de Crespo, con Rajoy, con Louzán, con Rueda”, dijo Jorquera blandiendo la imagen de agosto de 2011. “El conseguidor de Crespo tenía relaciones privilegiadas con usted”, insistió el nacionalista, que pidió a Feijóo que aclarase su papel en la trama, para añadir más tarde que “quizá la primera dimisión tenga que ser la de usted”. El presidente fue escueto en su respuesta y eludió explicar su relación con Pachi Lucas. “Dicen que voy a ser clave”, parafraseó Feijóo uno de los mensajes intervenidos por la policía a los miembros de la trama en el que se le atribuía ese papel. Y sentenció a continuación: “No tenga ninguna duda, voy a ser clave: ¡todos al fiscal!”. En esa línea, el presidente insistió en la sesión de control al Gobierno en que fue la Xunta la que descubrió el presunto fraude y lo denunció a la fiscalía en febrero de 2012. La oposición, sin embargo, le recordó, como se comprueba en el sumario, que el caso surgió tres meses antes, por una denuncia que presentaron en diciembre de 2011 dos trabajadoras de las firmas luego investigadas.
Feijóo aseguró que su Gobierno denunciará ante la justicia cualquier irregularidad que detecte y acusó a los anteriores ejecutivos autónomos y estatales de no hacer lo mismo. “¿Por qué no se suma a esta actuación impecable?”, retó a Jorquera. Poco antes había respondido a preguntas similares sobre corrupción del portavoz socialista, José Luis Méndez Romeu: “Por fin se empieza a conocer lo que pasó en España en los últimos años, casos que ocurrían en los noventa, en los 2000, que ocurren en ciertas comunidades autónomas”, dijo Feijóo, que ocupa cargos de designación política desde 1991.
“Todo el mundo miraba para otro lado hasta que este Gobierno dijo que esto había que investigarlo”, argumentó el presidente, que anunció que la Xunta “se personará en el juicio para defender el dinero de los gallegos”. “Actuaré y lo seguiré haciendo siempre que tenga alguna duda (...) me da exactamente igual a quién afecte”, sentenció en otro momento. Feijóo también informó ayer de que la Xunta ofrecerá su colaboración al juez instructor de otra investigación en marcha por corrupción, la Operación Púnica que afecta al ex número dos del PP madrileño, Francisco Granados, en la que aparece una empresa a la que el Sergas adjudicó un contrato de 11 millones de euros.
Tras esa intervención de Feijóo, por la tarde le tocó a la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, dar explicaciones sobre su supervisión de los cursos investigados. La conselleira insistió en atribuirse el mérito de la investigación con el argumento de que en septiembre de 2011, dos meses antes de que las dos empleadas denunciasen la trama, la Xunta ya había incrementado en diez personas el equipo de inspección de los cursos. Ello no le valió para evitar que BNG y AGE pidiesen su dimisión. “Nos engañaron a todos, a la Xunta del bipartito, a la actual, al Gobierno de Zapatero, al actual (...) reconocemos que esto es lamentable, una de las peores noticias que puede tener una Administración”, argumentó Mato, antes de concluir su intervención con una sentencia: “No todos los políticos son corruptos”. El aplauso de los diputados del PP presentes fue tan largo que la presidenta de la Cámara tuvo que pedirles que parasen.
“No tengo competencias sobre monjas”
El presidente Feijóo también fue preguntado en el Parlamento por la imputación del expresidente del PP de Lugo y consejero de su formación en CRTVG, José Luis Iravedra, por un presunto delito electoral. Iravedra y varias monjas de un asilo de Lugo fueron fotografiados llevando a votar en las autonómicas de 2012 a varios ancianos con las facultades mentales mermadas, lo que originó una denuncia de Esquerda Unida. Ayer, la líder de esa formación en Galicia y viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, acusó a Feijóo de consentir esas prácticas: “Ya sabemos que desde el nacimiento de Alianza Popular ustedes acarrean votos”, dijo.
Feijóo eludió dar explicaciones sobre el comportamiento de su militante y se permitió bromear sobre la cuestión: “No tengo competencias sobre las monjas de ningún asilo”, contestó a Díaz. Luego el presidente aún se preguntó si “llevar a una persona impedida” a votar es incorrecto e insinuó que la viceportavoz de AGE estaba proponiendo “que una persona que no puede andar no puede ir a votar”.
El jefe del Ejecutivo se escudó en que Iravedra debe poder declarar ante el juez instructor antes de que el partido tome ninguna decisión sobre él. Y a continuación pasó al ataque contra AGE. “Nunca una organización tan joven caducó en tan poco tiempo”, dijo en referencia a las escisiones que está sufriendo la formación, lo que provocó que Díaz le contestase que ella no obtuvo 200.000 votos “acarreando” a los votantes. “Humanamente es deleznable, pero políticamente es corrupción”, sentenció Díaz. En su réplica Feijóo volvió a cargar contra AGE: “Respeto a los votantes que tenía su formación”, dijo el presidente, haciendo hincapié en el verbo en pasado.
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