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Dos líneas opuestas sobre reinserción conviven en la izquierda ‘abertzale’

Sare alude a la vía política sobre el futuro de los presos y ATA habla de amnistía

Eneko Ruiz Jiménez

Tres años después del cese de la violencia de ETA, los actores de la izquierda abertzale no acaban de ponerse de acuerdo en problemas fundamentales como la reinserción de presos. Las diferencias son, si cabe, cada vez, más significativas. Así se apreció en la coincidencia en el tiempo este jueves de las dos siglas que quieren convertirse en actores sociales de los presos y la órbita de la izquierda abertzale, los disidentes radicales Amnistia ta Askatasuna (ATA) y el movimiento ciudadano contra la dispersión, Sare.

Si bien ambos coincidieron en su crítica al nulo movimiento del Gobierno central para solucionar el problema y en remarcar que las cosas para los presos de ETA están hoy “peor” que hace unos años, los dos entran en un conflicto frontal en sus propuestas y funcionamiento. Lejos está el carácter sosegado y dialogante del ex secretario general de Eusko Alkartasuna, Joseba Azkarraga, promotor de Sare, de la promoción de la vuelta a la “lucha, la autoorganización y la movilización” como la única solución promovida por ATA, definida en su nota como un “movimiento antirrepresivo” por la amnistía total de los presos.

Sare, sucesor de Herrira como el encargado oficioso en las tareas de apoyo y control de los presos de ETA, cuenta con el beneplácito de los familiares de los presos organizados en Etxerat, que condenó abiertamente la quema de cinco autobuses el pasado agosto en Loiu (Bizkaia). Un acto que parecía responder a esa llamada de grupos como Ibil o ATA de la vuelta a la violencia, a la que Sare siempre se ha opuesta frontalmente.

Ambas tendencias coinciden en las críticas al Gobierno central y al programa Hitzeman

ATA ha sido muy crítica con esta izquierda abertzale en la vanguardia, a la que recrimina haberse olvidado de la amnistía de todos los presos. Su única posición: “la vuelta a casa [libres] de todos los represaliados, sea cual sea su condena”.

Sare, que volvió a abogar este jueves por el diálogo con todos los grupos políticos y que incluso dijo ver una posición “receptiva” en el PSE con quien ya se ha reunido, busca dar respuestas también “desde abajo”, pero de otra manera, mediante una red ciudadana que trabaje unida para acabar con la dispersión y traer a los presos a cárceles vascas. Sus prioridades: “acabar con la dispersión, ayudar a los presos enfermos y terminar con la excepcionalidad” de las leyes. Una postura casi pedagógica que lanzan con una campaña por universidades y municipios para apuntarse a sus filas por cinco euros y con la publicación de 500.000 libros.

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A nivel político son críticos, aun así, con la postura del Gobierno central sobre la dispersión, al poner en duda la decisión del Senado de —respetando las resoluciones europeas— trasladar a los presos a su país de origen: “Puede haber un fraude de ley que incluso empeore las cosas. Ahora hay personas que están en Francia a 200 kilómetros, y de ser trasladados a Andalucía, como ha sido la política de este Gobierno, podrían distanciarse a 600 o 1.000 kilómetros".

Igual de crítico fue su portavoz “en una primera lectura", con el programa Hitzeman —impulsado por el Gobierno vasco para favorecer la reinserción de los condenados— que, en su opinión, no da “una solución final, porque no tienen las competencias para dar los pasos necesarios en política penitenciaria”.

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Sobre la firma

Eneko Ruiz Jiménez
Se ha pasado años capeando fuegos en el equipo de redes sociales de EL PAÍS y ahora se dedica a hablar de cine, series, cómics y lo que se le ponga por medio desde la sección de Cultura. No sabe montar en bicicleta.

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